Por
Arsenio García Fuertes.
Licenciado en Filosofía y Letras por
Publicado en el R.I.D.E.A. en el
año 2.007
A
Una
familia asturiana: Los Méndez de Vigo.
La
Rebelión Patriota y la Campaña de 1808.
Los años
difíciles, 1809 – 1812.
El “
Combate de los Altos de Cogorderos “, 23 de junio de 1811.
Postguerra
y Reacción Absolutista.
El
Trienio Liberal y la defensa de Coruña ante los Cien Mil Hijos de San Luis.
Introducción.
En este trabajo vamos a abordar la trayectoria
vital de un militar asturiano, Pedro Celestino Méndez de Vigo[2] (bautizado en la parroquia ovetense de San Tirso el
Real
el 20 de mayo de 1783). Combatiente
durante
Representante del nuevo Ejército Nacional,
surgido de aquel conflicto y de las Cortes de Cádiz ( imbuido de una notable
politización ), asume con entusiasmo la ideología Liberal hasta el extremo de
llegar a enfrentarse, tanto contra el absolutismo de Fernando VII, como contra
sus antiguos compañeros de armas, defensores del Antiguo Régimen.
Entre otros significativos, y más famosos,
militares liberales asturianos como Rafael del Riego o Evaristo San Miguel (
que llegó a estar a las órdenes de Pedro en Medina de Rioseco ), el menos
conocido Méndez Vigo se señala por haber sido un soldado mucho más destacado,
habiendo alcanzado, antes que ellos, los laureles del generalato más por
méritos de guerra que debido a las tribunas políticas.
Adscrito a la facción más exaltada del
Liberalismo, y dotado de un vehemente carácter, Pedro Méndez de Vigo alcanzaría una
controvertida y triste notoriedad en toda España a raíz de los sucesos de
Si repasamos la trayectoria militar de Pedro
Méndez de Vigo, durante
“ Sin
desamparar nunca sus banderas “, este joven capitán de 25 años en 1808,
escribió durante los 6 años de aquella guerra una brillante y asombrosa Hoja de
Servicios. En la misma rastreamos las mil penalidades de un pequeño y valeroso
Ejército Español que, sin los medios que un país arruinado era incapaz de
darle, se enfrentó en medio de las derrotas y la perseverancia, a la mayor
máquina militar de su tiempo, a la que, al final, y con la ayuda de sus aliados
británicos y portugueses, consiguió vencer.
Una familia asturiana: Los Méndez de Vigo.
Pedro Méndez de Vigo nació en el seno de una
vieja familia hidalga ovetense. Su padre Manuel Méndez de Vigo fue Catedrático
de Prima de Cánones en
De sus hermanas, Pascuala y Manuela se
casarían también con militares [4]. De las restantes, María lo haría con un Corredor
de Comercio de Santander ( Ruperto de
Por su parte, el hijo primogénito y protagonista de esta historia, Pedro
Méndez de Vigo, no se casaría hasta el verano de
Otro de los parientes encumbrados de la familia fue su tío José Méndez de
Vigo, uno de los nueve comerciantes más ricos de Asturias. Durante
Nuestro biografiado ingresa en el Ejército
Real el 15 de octubre de
Su linaje noble y la
solvencia económica de su familia, junto con las consabidas cartas de
recomendación, abrirían a Pedro las puertas del elitista Real Colegio de
Artillería de Segovia. Sin embargo su férreo régimen de estudios científicos
debió ser imposible de superar para el joven cadete, pues a los cinco meses de
su ingreso, Pedro causó baja en el Colegio. A pesar de ello, demostrando su
acendrada vocación militar, sienta plaza en el regimiento de infantería de “
Asturias ” el 7 de marzo de 1800.
En abril de 1802, Pedro recibe su ascenso a
2º Subteniente. Como la enseñanza de los cadetes de infantería en sus
regimientos era de pésima calidad [7], y tal vez por orgullo ante su anterior fracaso en
el Colegio de Artillería, Pedro consiguió licencia para completar su formación
militar como alumno en
Vuelto a su regimiento permanecerá en el
mismo hasta julio de 1806, en servicio de guarnición. Ese verano de 1806, como
primogénito, asume el cargo, propiedad de su familia, de Regidor Perpetuo del
Ayuntamiento de Oviedo. Ello le lleva a solicitar de
En estos momentos, Pedro Méndez de Vigo,
parecía destinado a ir dejando en segundo plano su carrera militar en favor de
la política local y provincial en el seno del Ayuntamiento ovetense. Sin
embargo, los sucesos de Aranjuez y de Bayona le llevarían a la vorágine de una
guerra en la que se labraría una carrera de prestigio, trabajos, heridas y
condecoraciones.
Con la elevación al
trono del Príncipe de Asturias tras el motín de Aranjuez, Méndez de Vigo fue
elegido por el Ayuntamiento de Oviedo como parte de la comitiva que acudió a
Madrid para cumplimentar a Fernando VII. En
“ Los horrores que
presenció con gran riesgo en el terrible Dos de Mayo, le decidieron a vengar
las ofensas y defender las de Vuestra Majestad y su amada Patria. Con tan noble
resolución se fugó de Madrid “. [8]
Tras el Motín, huye de
Son de sobra conocidos los pormenores del levantamiento patriota en
Asturias y de la formación de
Conforme a nuevos estallidos de violencia
antifrancesa van sucediéndose por toda España, será en Asturias donde triunfe
definitivamente el primer levantamiento
patriota, formándose, en la madrugada del 25 de mayo, una Junta Suprema de
Gobierno del Principado que declara la guerra a Napoleón.
En estos hechos revolucionarios tuvo no poca
participación Pedro Méndez de Vigo, recién llegado de Madrid y que pudo
inflamar con sus palabras y acciones los ánimos del partido fernandino y del
pueblo ovetense:
“ Cuando el Principado de Asturias trató de levantar el generoso grito de
Reasumida la soberanía por
“ A pocos días
de haber llegado a Asturias, se puso a la cabeza de 1.500 paisanos y fue el primero que salió del
Principado para difundir, en las Provincias inmediatas, el fuego del patriotismo
que bien pronto inflamó el pecho de sus naturales “. [12]
Al frente de sus 1.500 reclutas, Méndez de
Vigo, junto con Llano Ponte, abandonan Oviedo el 28 de mayo camino de León. Sus dos hermanos
menores, Santiago y Froilán, ascendidos rápidamente al grado de capitanes de la
2ª y 5ª compañías de fusileros, le acompañan.[13]
La capital del viejo reino llevaba ya muchos
días agitada. La llegada de los asturianos, en la tarde del 1 de junio, servirá
para dar el empujón final a una decisión ya tomada días antes por parte de la
oligarquías locales partidarias de Fernando VII ( a las que se habían agregado
una decena de Guardias de Corps leoneses huidos de Madrid ):
“ Ayer a las 5
de la tarde entré en esta con mi División... Hemos sido recibidos con el mayor
entusiasmo y general aplauso del Pueblo, éste sigue con la tropa con la mayor
hermandad... pasé con los comandantes de los trozos y demás caballeros
agregados a presentarme al General en Jefe de ésta, a tomar sus órdenes; fui
recibido con el mayor agasajo “ [14]
Ese mismo día se crea la “ Junta General
de Gobierno del Reino de León “, que reasume la soberanía de su territorio
en nombre del cautivo Fernando VII y declara la guerra al imperio. En Proclama
a toda la provincia afirmaba:
“ Que las
tropas asturianas que están a la puerta de la ciudad entren en ella, se las
reciba como amigas y defensoras de los derechos comunes... Se declara
Sumada
León a la revuelta patriota y mientras la provincia comenzaba a reclutar 10.000
hombres con los que formar diez Tercios de Voluntarios de León ( a los que se armaría
con fusiles llegados desde Asturias ), el comisionado Llano Ponte, tras acuerdo
con
“ Desempeña Vigo la comisión, como era de esperar
de su actividad e inteligencia, y lleno de júbilo Cuesta por las ofertas, llega
hasta el punto de tomar parte en el triunfo cívico con que recibe a aquél la
guarnición de la plaza de Valladolid “. [16]
Llano
Ponte ordenará inmediatamente a Pedro Méndez de Vigo que parta hacia Valladolid
a fin de ponerse a las órdenes del general Cuesta. Este se llevará de León dos
de sus batallones. El tercero, con 500 hombres, al mando de Pedro Costales y luego del coronel José
Pesci, quedará de guarnición en León alojado en el convento de San Marcos. A
los pocos días dichos batallones recibirían su orgánica oficial como
regimientos. El cuerpo de Pedro Méndez de Vigo sería bautizado como regimiento
de “ Covadonga “ con fecha de 21 de Junio, y el de José Pesci
como regimiento de“ Cangas de Tineo “ el 28 de del mismo mes:
“ Organizado, muy pronto, bajo su mando, aquella
masa informe de paisanos, y nominada regimiento de Covadonga, se le expidió
Real Despacho de Coronel...” [17]
El mismo Cuesta,
dejó por escrito tres años después, en su retiro en Palma de Mallorca, aquellos
frenéticos días del verano de 1808 en que trataba de improvisar un ejército con
el que hacer frente a las fuerzas imperiales del mariscal Bessières:
“ En Benavente
me dediqué á reunir y armar la gente de aquel partido y sus inmediatos... Se me
reunieron lo alistados de León, y tres batallones de Asturias de nueva leva,
con poquísima instrucción; pero trabajando mañana y tarde bajo la dirección y
actividad del mayor general don José de Zayas, se logró en pocos días poner en
un estado regular de instrucción y disciplina de 9 á 10.000 hombres “ [18]
Las
grandes dificultades motivadas por la rapidez del avance hacia León y Castilla,
la falta de dinero con que sostener a su abigarrada fuerza, sin uniformes y mal
vestidos, provocan las primeras deserciones que llevan a presentar a Vigo ante
Cuesta, en Rioseco, a tan solo 750 hombres de los 1.000 que habían salido de
León.[19]
“ Estos infelices Soldados claman por las mudas
de sus camisas, porque las que tienen puestas son las que han sacado de esa; de
suerte que se ven llenos de piojos; lo que no se como no les obliga a
desertarse, como lo han hecho muchos por esta razón “. [20]
Los
asturianos fueron recibidos calurosamente. Cuesta, desprovisto de tropas
regulares, les coloca como unidad de vanguardia, toda vez que, entre todos sus
cuerpos bisoños, eran los que más días llevaban sobre las armas.[21]
Dentro
del Ejército de Castilla, el “ Covadonga “ recibe una nueva organización en
base a siete compañías de fusiles, una
de tiradores y otra de granaderos. Se pone énfasis en organizar la compañía de
infantería ligera de tiradores, a fin de poder hacer frente con ella, en la
batalla, a los numerosos y adiestrados “ voltigeurs “ franceses. Para reforzarla
se la agregan varios soldados regulares de las Guardias Españolas y de
Infantería de Línea huidos de sus unidades en las zonas controladas por los
franceses. Como Ayudante Mayor del regimiento quedará, el ya ascendido a
capitán, Evaristo San Miguel. [22]
Nuevas
peticiones del general Cuesta al Principado para que acudiese con la mayor
parte de su ejército provincial a fin de enfrentarse juntos a los franceses,
fueron desoídas por
“ ... Para salvar
nuestra Patria, que si subsiste entregada a la división, independencia y
miserable egoísmo de cada Provincia van a ser todas subyugadas por nuestros
enemigos “ [23]
Para
honrar a los asturianos Cuesta les ordena coser el emblema del Principado en
sus ropas:
“
Se les mande poner a cada uno de los Asturianos una Cruz Blanca mayor de la que
ahora llevaban, para que esa insignia les pudiese particularizar, no solo entre
los demás cuerpos de este Ejército, sino aún al frente del enemigo... Juzga su
Excelencia muy necesario que a esta División se la de el uniforme que esté
decretado por
Igualmente pedía Méndez de Vigo la remisión de nuevos reclutas solteros
a fin de reemplazar a los 200 alistados casados que habían sido exonerados del
servicio por un decreto de
Pocos
días después, el 14 de julio, tendría lugar la famosa batalla de Rioseco,
disputada con vigor y perdida con honor tras 7 horas de sangrientos combates
por los improvisados ejércitos de Galicia y Castilla.[25]
En ella
los asturianos pelearon en la vanguardia del ejército de Cuesta rechazando las
cargas de la caballería imperial. La compañía de tiradores del “ Covadonga “,
formada por 55 efectivos, es aniquilada.[26]
Perdida la batalla, todo el Ejército de Castilla se retira disperso,
protegido a duras penas por los astorganos del 3º Tercio de Voluntarios de León
y la caballería. Medina de Rioseco es sometida a un atroz saqueo por los
vencedores.
La
actuación de los asturianos mereció los encendidos elogios de los mandos:
Desconocemos el
número exacto de bajas sufridas por los asturianos en la batalla. Debieron de
ser elevadas. Meses después,
“ Igualmente quiere S.A.S. que los cuatro tiradores de la
compañía de este nombre, únicos restos de ella, por haber sido muertos los
demás en aquella batalla, que se presentaron a S.S., se les gratifique con 320
reales repartidos según su graduación “ [28]
Tras la derrota y la negativa de
Blake a defender Benavente, Cuesta se retira a Salamanca. El regimiento de “
Covadonga “ lo hace hacia el puerto de Pajares, mientras que el “ Cangas de
Tineo “, con el “ Provincial de Valladolid “ y la artillería de Cuesta, lo
harán sobre el puerto de
Ya es conocido que la victoria española en el sur, sobre los campos de
Bailén, dio nuevos ánimos a la causa patriota y provocó una alocada retirada
francesa hasta la línea del río Ebro y Vizcaya. Formada una Junta Suprema
Central en Aranjuez, la misma decreta un vago plan de operaciones que trataba
de expulsar a las fuerzas imperiales más allá de los Pirineos. En ese plan,
diez de los veinte y dos regimientos asturianos habrían de integrarse en el
Ejército de
Méndez de Vigo y su regimiento no
participaron en esta segunda campaña al estar la unidad recuperándose del
descalabro de Rioseco. Aún así, Vigo parte, ya el 16 de agosto, al mando de una
división de 4.000 hombres, integrada por su regimiento y los batallones del “
General “, de “
Méndez de Vigo y sus hombres vuelven a la
acción ( ahora defendiendo las entradas a Asturias ) el 19 de noviembre en San
Vicente de
“ Permanezco en este destino, en el que hago
con la tropa de mi mando el servicio de guardias, y el resto está destinado al
importante objeto de reunir y poner en buen orden los muchos dispersos que
vienen del Ejército de
A principios de diciembre en un
contraataque, Méndez Vigo consigue desalojar a las tropas francesas de Llanes y
Colombres:
“ En la persecución que hice luego al
enemigo me siguieron unos cuantos Paisanos como cosa de media legua pero con
tal desorden y dando tantas voces que parecía se hallaban en alguna montería,
con lo que me vi precisado a hacerles se volvieran inmediatamente, sin embargo,
no puedo menos de aplaudir sus buenos deseos y lo mismo los del juez a quien se
le entregaron allí mismo los Prisioneros “ [31]
La guerra continúa. Las débiles fuerzas
españolas se ven inermes, ante la implacable máquina militar napoleónica, para
rechazar la invasión. Numerosas derrotas comienzan a jalonar las acciones de
los pequeños y valerosos ejércitos patriotas. Aún así, a diferencia de
prusianos, austriacos o italianos, las provincias de España no se rinden.
Continuaría así, una larga guerra de 5 años con pocas esperanzas de ser ganada.
Los años difíciles, 1809 – 1812.
Los franceses ocupan en los primeros meses
de 1809 Asturias. Las tropas del general Bonet avanzan en gran número desde
Santander hacia Oviedo, por la carretera de la costa. Méndez Vigo se retira en
esos días de mayo, formando parte de la 3ª división del general Francisco
Ballesteros ( compuesta casi en su totalidad de regimientos asturianos[32] ), hacia Covadonga.
Fue entonces cundo el general Ballesteros,
en una audaz maniobra, decide cruzar la cordillera con sus 9.000 hombres para
atacar a la pequeña guarnición gala de Santander. Tras franquear el puerto de
A la victoria se le une el botín de un
numeroso efectivo de las tropas imperiales, más de 300.000 francos caen en
manos españolas. Sin embargo, Ballesteros se duerme en los laureles; Bonet
realiza una vigorosa contramarcha hacia Torrelavega y en la noche del 11 al 12
de junio ataca Santander. La sorpresa es total, las centinelas son eliminadas
sin poder dar la alarma y las tropas españolas son desbordadas en sus
acantonamientos. Más tres mil españoles caen prisioneros y el resto ha de
desbandarse para evitar caer cautivos. Sólo parte del regimiento de
A pesar del fracaso final, la contundente
ofensiva de Ballesteros sobre Santander provocó una gran alarma en la
retaguardia francesa desde Vizcaya a Bayona, débilmente guarnecida. El general
Hédouville llegó a temer, incluso, en una incursión española en territorio
galo.[33]
Escarmentado, Ballesteros logra reunir a la
mayor parte de sus tropas. Cruzando la cordillera, avanza hacia Astorga para
cumplir las órdenes recibidas de
En el cuartel general de Astorga,
“ En Dinamarca penetró nuestro oído la voz augusta
de Fernando y obedecimos hasta sus ecos.
Galicia queda cubierta de
cadáveres franceses, ni la antigua Roma, ni la reciente Francia, pueden
comparar sus marchas con las incesantes que, en seis meses de desnudez, hambre
y miseria, habéis hecho por los impenetrables Alpes de Castilla, Galicia y
Asturias, en la estación más irresistible de sus rigores... no habéis dado
ruidosas batallas, pero habéis aniquilado al más soberbio ejército del tirano…
fustigando las tropas enemigas, destruyéndolo en pequeños combates y reduciendo
su dominación al terreno que pisaban… habéis cumplido las más altas
obligaciones del soldado…
No soy ya vuestro General. Su
Majestad me separa de vosotros para ocupar un lugar en
El
Ejército de
Aprovechando la noche y la sorpresa, el siempre animoso Ballesteros
monta un asalto nocturno con tres columnas que atacan simultáneamente la villa:
los granaderos del regimiento de “ Navarra “ se lanzan sobre la puerta de
Castro Gonzalo, el regimiento “ Covadonga “, con su coronel Méndez Vigo,
irrumpen por la tapia de occidente, mientras que los cazadores del regimiento
de “ Infiesto “, apoyados por la artillería, atacan por la zona de las Tejeras.
La
incursión se saldó favorablemente para las armas españolas, pues, aunque no se
pudo capturar a la mayor parte de la guarnición francesa, se consiguió un buen
botín en dinero y 8.000 varas de paño muy valiosas para vestir a las tropas.
Al
continuar la marcha hacia Alcañices llegaron nuevas órdenes de
La batería a
caballo de la división asturiana, al mando del capitán Diego del Barco, bate
durante, seis horas, una de las puertas, sin más resultado que el de perder a
varios artilleros al tener que abrir fuego a muy corta distancia por la
ligereza de sus piezas. Entretanto, dos columnas de granaderos y cazadores, al
mando de los coroneles Dringold y O´Donnell, atacan infructuosamente en varios
puntos probando la resistencia gala. La guarnición imperial aguanta el envite
rechazando la intimación a rendirse. Ballesteros retira finalmente sus tropas y
continua la marcha hacia el sur.
El 19
de octubre se incorpora en Tamames al Ejército de
Allí
pudo ver por primera vez, Méndez Vigo, a los veteranos soldados del Ejército de
“ Estos que veis rotos, hambrientos,
pálidos, desnudos,
los héroes son de nuestra amada Patria.
Los mismos son, que en Villafranca, y
Lugo,
en Vigo, y Tuy, en Compostela, y Payo
en cruda lid al enemigo hollaron,
y sus temidas huestes arrollaron.
Los que en Tamames en campal contienda
por
En reconocimiento a su actuación en Benavente,
Méndez Vigo recibe una carta de agradecimiento de
Tras ocupar Salamanca, luego de Tamames, Del
Parque avanza sobre Toro haciendo retroceder a Kellerman hasta Medina del
Campo. Allí, el 23 de noviembre, el Ejército de
La
débil caballería española que iba en cabeza fue arrollada, cargando los dos mil
jinetes franceses sobre la derecha española; pero allí, los batallones
asturianos de Ballesteros, abandonados a sus propias fuerzas, cerraron sus
filas y consiguieron rechazar con su fuego las cargas imperiales. Tras ello las
tropas españolas formaron de nuevo en columnas de ataque por escalones de División
y reemprendieron con tal entusiasmo el avance, a pesar del fuego de la
artillería a caballo francesa, en una majestuosa visión de varios kilómetros
con sus banderas y cientos de tambores y voces rugiendo al unísono, que los
franceses dándose por derrotados rompieron el contacto y huyeron.
Prudentemente, Del Parque, ordenó detener la persecución de las fuerzas
imperiales, ante el descontento de su Ejército, con una moral muy alta tras la
victoria en Tamames. En palabras del teniente Ramón Novoa del regimiento de “
Monterrey “, allí presente:
“... Los que en Medina despreciando
altivos
el ronco bronce, y el acero agudo
con su aspecto marcial solo ahuyentaron,
a los vencedores de Marengo y Jena.
Y al retirarse ¡ Oh, cuanta
violencia
les cuesta obedecer !. ¡ Con qué
despecho !
¡ Qué murmurar de su Adalid !. ¡ Qué
voces !.
¡ Que execraciones, las que allí se oyeron !.
Pero al fin, como siempre, obedecieron. “
[39]
Así
relató el general Javier Losada al general Mahy semanas después el ataque de la
caballería imperial en los llanos de Medina del Campo:
“
...cargaron sobre los tiradores de la 3ª División, y como las guerrillas de
caballería nuestra huyeron, acuchillaron a algunos tiradores, y a Molina, el
Ayudante General de
Kellerman avanzará en pos de del Duque de
Parque tras la llegada de numerosos refuerzos, luego de la victoria imperial en
Ocaña días antes. Retirado hacia Alba de Tormes, Del Parque sufre una derrota a
las puertas de la misma apenas cinco días después, el 28 de noviembre. En dicha
batalla Méndez Vigo no combate por hallarse toda su División junto con la 5ª
del brigadier Marqués de Castro Fuerte al otro lado del río Tormes. El Ejército
de
Al llegar la primavera, Méndez Vigo es
destinado con su regimiento al noroeste de la provincia de Zamora. Allí recibe
el mando de las tropas de vanguardia de
Entre abril y mayo de 1810, intentó Méndez
Vigo auxiliar a las tropas españolas del coronel Santocildes, asediadas en
Astorga, trabando numerosos combates. Entre ellos destacó el habido en la
localidad zamorana de Mombuey, el 5 de junio. En el mismo, sus tropas,
desamparadas por su caballería y artillería, lograron la hazaña de ser capaces
de defenderse y derrotar, incluso, a la poderosa caballería francesa que al
verlos aislados les había cargado:
“ Habiendo sido
atacado en el bosque llamado de
Idénticos resultados
consiguió en otras acciones sobre las localidades zamoranas de Asturianos,
Castro Contrigo y Vidriales en aquellos meses de 1810:
“ Después ( del Sitio de Astorga ) tuvo el mando de
... logrando batir y perseguir
al enemigo, mudando continuamente las posiciones con que consiguió desbaratarle
sus ideas; manifestando sus buenos conocimientos militares y el valor con que
se presentó en todas las ocasiones despreciando el riesgo y animando a las
tropas “ [42]
Vuelto a Asturias durante ese otoño, un
incidente con el Juez de Cangas de Tineo da ocasión a Méndez de Vigo de mostrar
que, además de un fogoso carácter castrense, sabía ser también humano. Dos
soldados de su regimiento y un paisano habían sido arrestados en la localidad.
Hallándose enfermos, Vigo había solicitado, en vano, al Juez que los trasladase
al hospital de la localidad:
“ El desprecio
y menos caso que ha hecho V. de esta benéfica prevención mía ha ocasionado la
muerte del paisano... La falta de caridad y el abandono con que Vd. mira sus
primeros deberes me precisan a dar cuenta al Sr. Comandante General como lo
hago esta fecha para que tome la providencia que sea de su agrado “. [43]
Otras pequeñas y exitosas acciones siguen
agregándose a su Hoja de Servicios. El 27 de noviembre sobre el puente de
Cornellana, en un sangriento combate y tras dos asaltos, el regimiento de “
Oviedo “ toma el puente. Vigo informa de ello al general Javier Losada. Muchos
de sus heridos mueren sobre el campo de batalla; para dolor de su coronel, por
falta del equipo médico más indispensable:
“ Me es muy
sensible la pérdida de estos individuos, pero lo que aumenta mis sentimientos
es la consideración de que el Capitán Alas, como también los Cabos y Soldados
que murieron, probablemente lo han sido por falta de facultativo “. [44]
En enero de 1811 el estado de las tropas,
debido a las penurias económicas del gobierno español, eran tan lamentable que
hoy nos sorprende que en tales circunstancias pudiesen, pese a todo, seguir combatiendo
y desgastando al ejército francés:
“ Tengo la
tropa desnuda y descalza, y sino fuese por los 300 capotes que he recibido,
acaso se me hubieran muerto de frío en la penosa marcha a
A pesar de ello, Vigo y
sus asturianos entran en combate en el valle de Salcedo el 2 de febrero, en
Grado el día 7, y el 9 en Fresno. Durante la primavera de 1811, el regimiento
de Méndez Vigo guarnece el occidente de Asturias. Durante estos meses, Vigo se
dedica a mantener en paz la comarca. Demostrando un carácter inflexible hacia
el cumplimiento de las ordenanzas militares, persigue y captura a desertores;
alguno de ellos, incluso, protegido por cargos políticos:
Participo a VS. la incorporación de las
Compañías de Cazadores..., han conducido 35 desertores de varios Cuerpos, todos
ellos aprendidos por dichas compañías y que permanecen en esta prevención, para
que VS se sirva determinar el castigo que debe imponérseles “ [46]
El “ Combate de los Altos de Cogorderos “, 23 de
junio de 1811.
El nuevo 6º Ejército Español, se organizó en
la primavera de 1811 para la defensa de León, Galicia y Asturias, con una
fuerza teórica de 20.000 hombres ( aunque con una caballería y artillerías muy
débiles por falta de caballos ) estructurado en tres divisiones al mando la 1ª
de Francisco Javier Losada[47], la 2ª de Francisco Taboada Mosquera y Gil,[48] y la 3ª por Francisco Cabrera[49] ( más una cuarta de Reserva acantonada en Lugo ).
El Comandante en jefe de operaciones ( el
ahora nombrado Mariscal de Campo, José María de Santocildes ) pudo ese verano
de 1811 ( bien asistido por un eficaz cuerpo de Estado Mayor al mando del
laborioso Subinspector de Infantería, el también Mariscal de Campo, Alejandro
Antonio Ojea[50], y del no menos brillante brigadier Juan José
Moscoso[51] ) cumplir con gran brillantez y tenacidad los
requerimientos del Duque de Wellington. Este, tras haber expulsado a los
franceses de Portugal, luego de su victoria defensiva en Torres Vedras, a las
puertas de Lisboa, y tras la sangrienta victoria hispano británica de
Aprovechando este movimiento, Santocildes en
una brillante campaña estival sobre las llanuras de León, descendió de las
montañas y comenzó a acosar a las debilitadas guarniciones francesas del llano.
Creyendo amenazada la ciudad de León, los
franceses evacuaron rápidamente Astorga el 20 de junio, volando, su gobernador
el general Jeanin, varios tramos de muralla para evitar que fuera ocupada por
los españoles.
También y por orden del Mariscal Bessières
desde Valladolid, Comandante en jefe del Ejército francés del Norte de España
desde el 15 de enero de 1811, se abandonó Asturias a fin de concentrar sus
fuerzas en las llanuras de León. La veterana división del general francés
Bonet, que había vencido en repetidos encuentros a las tropas asturianas en los
meses precedentes, se acantonó en León.
El mismo Santocildes tuvo la paradoja de
volver a ocupar Astorga; la misma ciudad que había perdido 14 meses atrás y de
la que había salido cautivo para Francia.[52]
Apenas tres días después tendría lugar la
victoriosa acción de los “ Altos de Cogorderos “. En ella, el general Francisco
Taboada con la 2ª Sección ( brigada al mando del coronel Manuel Mascareñas
Sardías ) de su 2ª División, y el auxilio de la brigada volante asturiana de
Federico Castañón[53], conseguirían batir a la potente brigada francesa
del general Jean-André Valletaux ( compuesta por tres batallones del regimiento 122º y dos del
119º de línea, con 50 cazadores a caballo ). [54]
El general francés, fiado en exceso en sus victorias
de los meses pasados, atacó imprudentemente con sus 4 batallones a los 6
españoles de la 2ª brigada de Taboada al norte de Astorga.
Las guerrillas españolas consiguieron
detener el avance de los batallones imperiales, cuyos voltigeurs no consiguieron
abrirse paso ante la tenacidad de la infantería ligera española. Tras seis
horas de rudo combate y cuando empezaba a oscurecer, acudiendo al ruido del
cañón y tras una marcha forzada de varias horas, llegaron al campo de batalla,
por el flanco norte, el coronel Méndez de Vigo y sus tres batallones del
regimiento de Oviedo, integrantes de la brigada Volante de Castañón. Sin apenas
tiempo para tomar aliento, dos de los batallones, precedidos y flanqueados por
sus compañías de cazadores, cargaron a la bayoneta contra los batallones
franceses. La brigada de Valletaux fue batida, el mismo brigadier francés
perdió la vida en la primera carga a la bayoneta de los asturianos.[55]
“ Don Federico Castañón y Lorenzana,
Mariscal de Campo... certifico que Don Pedro Méndez de Vigo, Coronel del
regimiento de Infantería de Línea de Oviedo, uno de los cuerpos que formaban
Como cuentan, aún hoy,
los ancianos del lugar, que les relataron a ellos sus abuelos, al final de la
batalla y al empezar la desbandada francesa, la caballería española tocó a “
degüello “, y sus jinetes, junto con toda la infantería, persiguieron a los
franceses durante varios kilómetros hasta el río Orbigo, “ matándoles como
gusanos “ allí donde les alcanzaban. [57]
Así nos refiere la “ Acción de los Altos de
Cogorderos “ el Boletín Oficial del Estado Mayor del 6º Ejército en el “
Resumen Histórico de las Operaciones del Ejército “, Junio de 1810:
“ Día 23.
Hicieron los enemigos un reconocimiento hacia Cogorderos, posición que ocupaban
parte de nuestras tropas, empezando la acción por las avanzadas de ambas armas
que se sostuvieron con el mayor orden, y llegados a la posición de Cogorderos,
se continuó un fuego de guerrillas que duró 7 ½
horas, la que terminaron cayendo sobre el flanco derecho del enemigo,
parte de las tropas de la 1ª Sección de la 2ª División, las que con los húsares
Asturianos hicieron retroceder vivamente al enemigo, cogiendo fusiles, cajas de
guerras, y otros despojos. En este reconocimiento tuvieron los enemigos la
pérdida de 500 hombres con muchos oficiales y el General Valletoux muertos. La
nuestra fue de 16 muertos de Monterrey, Voluntarios de León y Húsares de
Galicia y Asturianos, 72 heridos con 3 oficiales y 3 sargentos, 11 contusos y
15 prisioneros, de los que se han presentado 5 “[58]
Por su parte, el Brigadier don Federico Castañón
nos refiere su versión del victorioso combate en su Hoja de Servicios:
“ ... Situado en el flanco izquierdo de la línea
sobre Astorga, atacó con rapidez y un rápido movimiento el 23 de junio en
Cogorderos, donde decidió en momentos las acción a la bayoneta y causó a los
enemigos notable pérdida, batiéndose en facha con el General Waletó, que fue
despojo de su campo recibiendo la muerte a la primera carga; cogió 30
prisioneros, 3 águilas, 28 cajas de guerra, mucho armamento y recibiendo el
placer de vestir la mayor parte de su división con el despojo de los muertos, y
de ser herido levemente en la frente; mereciendo por la gloriosa jornada de
este día la recomendación del General en Jefe “ [59]
Ningún historiador confirma el hecho de que
los españoles capturaran tres águilas francesas en el combate. Respecto a las
bajas el historiador francés Martinien [60] en su monumental estudio sobre las pérdidas en
oficiales de las unidades imperiales en las guerras napoleónicas, nos confirma
que, solamente en mandos, el 119º y el 122º regimientos franceses tuvieron un
teniente y dos subtenientes muertos, y dos jefes de batallón ( Paty y Sauvaire
), seis capitanes y dos tenientes heridos. Igualmente el mando español
certificó que el mayor Etienne Gauthier, del estado mayor de
El feliz resultado de esta acción causó tal alarma a Bessières y a
Bonet, que se interrumpió la marcha de más fuerzas francesas hacia el sur de
En clara reprensión a su fracasos ante las
tropas españolas con la evacuación de Asturias y el abandono de Astorga,
Bessières fue sustituido, el 8 de julio por Napoleón en el mando del Ejército
francés del Norte, por el general Dorsenne.
La campaña se cierra con nuevos combates en
torno al río Orbigo, Astorga y los puertos de Manzanal y Foncebadón, a los que
se retiran las tropas españolas tras haber cumplido sus objetivos.
Los buenos resultados cosechados por
Santocildes llenaron de alegría al Gobierno español y al propio general
Castaños, que le había elegido expresamente para el cargo. Así, en septiembre,
aquel no tuvo reparos en afirmar a su subordinado:
“
Lo cierto es que los franceses temen ya al 6º Exército del que antes no hacían
caso “.[62]
Pasan los meses de invierno. El regimiento
de “ Oviedo “, ya convertido en un cuerpo de línea por el Consejo de Regencia (
como todos los antiguos regimientos de Milicias Provinciales ), se reorganiza,
no volviendo a entrar en acción hasta junio de 1812.
En esas fechas, una hábil maniobra
facilitará la victoria aliada de Wellington en los Arapiles: el 6º Ejército
Español baja de nuevo de los Montes de León y avanza sobre las tierras llanas
asediando las plazas de Astorga, Tordesillas, Zamora y Toro, e inmovilizando a
numerosos contingentes franceses.
A pesar de la falta de artillería de grueso
calibre y de caballería, el 6º Ejército conseguirá tomar las dos primeras. Vigo
y sus hombres participan especialmente en el asedio y reconquista de Astorga.
Tras ello, el Ejército Español avanza en
apoyo del Ejército Aliado de Wellington sobre Burgos. Allí el ejército
británico sufre un aparatoso revés en sus infructuosos intentos por tomar el
castillo que domina la ciudad.
Ante la llegada de numerosos refuerzos
franceses, los aliados emprenden una penosa retirada invernal hacia Ciudad
Rodrigo. Durante la misma tiene lugar la acción de Villamurriel del 25 de
octubre. En la misma, las tropas españolas y británicas consiguen detener por
unas horas la persecución francesa, distinguiéndose, especialmente, el
regimiento de “Asturias”.
Tras la batalla, el
coronel Pedro Méndez de Vigo, es puesto, sin tener el grado de brigadier, al m[63]ando
de la 1ª Brigada, de la 3ª División, del 6º Ejército. El trabajo de instrucción
llevado a cabo por el viejo alumno de
“ El celo e
inteligencia de este Jefe proporcionó tan rápidos adelantos en la propiedad,
instrucción y espíritu del Cuerpo, en todos los individuos que lo componían,
que a la primavera y abertura de la campaña fue conocido entre el número de los
que distinguieron su mayor destreza y mejor disciplina “ [64]
En 1813, tras cinco muy
duros años de guerra, las fuerzas españolas, británicas y portuguesas, eficazmente
dirigidas por el duque de Wellington, se encontraban en situación de poner en
marcha la ofensiva final que expulsaría a los franceses de
Desde sus acantonamientos de Galicia, León
y Asturias, el ahora llamado 4º Ejército Español ( formado ya por hombres
adiestrados en las privaciones y la guerra, muy distintos a los reclutas sin
experiencia que Méndez Vigo dirigiera en Medina de Rioseco cinco años atrás )
avanza protegiendo el flanco norte de Wellington. Tras el gran éxito alcanzado
en la batalla de Vitoria el 21 de junio, los españoles son los primeros en
llegar al río Bidasoa expulsando al ejército imperial hacia Francia.
En la madrugada del 31 de agosto los
franceses, al mando del mariscal Soult, hacen un esfuerzo supremo por volver a
cruzar el Bidasoa y levantar el sitio de San Sebastián donde aún resistía la
guarnición francesa. Concentradas la mayor parte de las tropas británicas y
portuguesas en el sitio, eran las divisiones españolas del 4º Ejército las que
custodiaban la frontera con Francia en torno a Irún y al monte San Marcial. En
una costosa batalla las tropas del Teniente General Manuel Freyre consiguen
detener, con brillantez y gloria, el avance francés arrojando a los imperiales
al otro lado del Bidasoa.
La brigada de Pedro Méndez de Vigo es una
de las primeras en entrar en acción al hallarse defendiendo la desembocadura
del río. Los asturianos del regimiento de “ Oviedo “ reciben con fuego a la
avalancha de infantería francesa, consiguiendo rechazarla, sangrienta y
repetidas veces, a lo largo de toda la jornada:
“ Se halló en las acciones de 31 de agosto y 7
de octubre, distinguiéndose particularmente en la primera, por hallarse su Regimiento
cubriendo los vados del río Bidasoa, cuando los Enemigos intentaron su paso,
que fue defendido con el mayor tino y vigor, habiendo mostrado en todas
ocasiones el carácter y conocimiento del servicio que ha hecho tan recomendable
a este benemérito Jefe en todo el Ejército “. [65]
Méndez de Vigo, situado en primera línea, al
frente de su regimiento, sale herido con una fuerte contusión al convertirse en
un objetivo escogido para los voltigeurs franceses:
“ Habiéndole matado los enemigos el caballo de un balazo en medio de
las guerrillas en que se encontraba “ [66]
Tras unas semanas de reposo, los dos
ejércitos reanudan las operaciones. Los franceses tratarán, por todos los
medios e infructuosamente, de evitar la invasión de su país. El 7 de octubre las
tropas españolas, aprovechando la bajamar, cruzan al Bidasoa con el agua a la
cintura y, a pesar del fuego enemigo, pisan el suelo francés desalojando a la
bayoneta los atrincheramientos enemigos. El 5 de noviembre Freyre confiere en
propiedad el mando de la 2ª brigada de la 3ª División a Vigo, solicitando al
Consejo de Regencia su ascenso a brigadier.
Bajo su mando y adiestramiento dicha
brigada, se convertiría en una de las más sólidas de todo el 4º Ejército, hasta
el punto de ser una de las elegidas por Wellington para participar en la
invasión del sur de Francia:
“ Se hallaba
este coronel mandando la 2ª Brigada de la 3ª División ( cuyo mando había
obtenido en
En los ataques sobre San Juan de Luz del
10 de noviembre, Méndez Vigo realiza una nueva hazaña al tomar los campamentos
fortificados de Ascaín, desalojando y poniendo en fuga a tres regimientos
franceses. Por dicha acción fue condecorado con
Las tropas aliadas, tras fuertes combates a
los pies de los Pirineos, siguen avanzando hasta el río Garona con un tiempo
muy lluvioso. Tras cruzarlo, en una lenta operación a través de varios puentes
tendidos por los ingenieros, entre el 3 y el 8 de abril, aliados y franceses
volverán a encontrarse en la ciudad de Toulouse. Deseoso de coronar su Campaña
Peninsular con una última victoria, Wellington empujaría al duque de Dalmacia a
una postrer, sangrienta e inútil batalla el 10 de abril. La última batalla de
Las
noticias de París no llegarían a tiempo de detener la cruenta batalla. Los
franceses, al mando de Soult, habían fortificado sobremanera los montes que
rodeaban la ciudad a su parte norte ( la zona más vulnerable a un ataque ).
Wellington diseña una maniobra conjunta y concéntrica sobre Toulouse desde el
oeste, el norte y el este. Todas las fuerzas aliadas: británicas, españolas y
portuguesas, inician al amanecer del día 10 el avance. El objetivo fijado por
Wellington para el Teniente General Manuel Freyre era el extremo izquierdo de
la línea francesa en las alturas del Monte Rave, con su meseta del Calvinet en
la que se emplazaba, amenazante, el “ Gran Reducto “.
A las seis de la mañana las fuerzas de
Beresford cruzan el puente de Croix d´Orade sobre el río Hers. Tras él les
sigue Freyre con sus 7.800 hombres, organizados en
Beresford, con la 4ª ( Cole ) y 6ª ( Clinton
) Divisiones, avanza en tres columnas, precedido de la brigada de caballería
Sommerset, realizando una marcha de flanco; va dejando a su derecha el monte
Rave, desde cuyas posiciones los franceses le abren fuego con su baterías.
Por su parte, Freyre, avanzan en dos
columnas, precedidas por las compañías de cazadores desplegadas en guerrillas,
siguiendo la gran avenida flanqueada de cipreses que conducía a Tolouse, la “
Carretera de Albi “. A su retaguardia lleva a la brigada de caballería
británica Ponsomby. Al llegar ante el cerro de
En ese momento, hacia las siete de la
mañana, hacia el oeste, el general Picton con su 3ª División, da comienzo a la
batalla al atacar el Puente de Jumeaux sobre el canal de Deux Mers.
Tras los españoles, la artillería portuguesa
toma posición. Sobre las ocho de la mañana, al observar Freyre el inicio de la
marcha de flanco de Beresford, da la orden de iniciar la marcha a paso de carga
sobre los cerros de
Ejecutado este primer ataque, quedó el
general Manuel Freyre a la espera de ver comenzar, a su izquierda, el ataque
británico del general Beresford, para coordinar un ataque conjunto sobre los
fuertes del monte Rave y altozanos del Calvinet. Sin embargo, las fuerzas
británicas verían entorpecida su marcha por el terreno accidentado y embarrado
en la izquierda del río Lhers que impedían a sus dos baterías divisionarias
seguir el paso de las columnas de su infantería.[68]
En medio de la impaciencia española, la
artillería de Beresford comienza a hacer fuego desde Montblanc hacia el Rave.
Creyendo, infundadamente, haber comenzado, por fin, el ataque británico, un
impaciente Freyre da la orden de ataque siguiendo el plan previo ideado por
Wellington. La artillería portuguesa que ha tomado nueva posición en
Hacia las diez de la mañana, siguiendo el
toque de sus tambores, los batallones españoles bajan de las alturas de
“ Le marquis de
Wellington espère prendre ls Français en tenaille ou aun moins fixer les
garnisons dun nord. Il faut ici saluer l´abnégation des Espagnols qui se
lancent dans une attaque practiquement
suicidaire dans un terrain oú ils ne dépasseront jamais le chemin creux
de Périole “ [71]
El ataque español, a paso de desfile,
impresiona a británicos y franceses por el coraje sangriento que demuestra. Un
oficial británico no pudo por menos que dejar escrito al ver marchar a la
infantería española resuelta y en buen orden:
“ Looking as if
they intended to do the thing handsomely “ [72]
A pesar de que
los batallones españoles consiguen casi alcanzar los reductos franceses, numerosos
fosos y cortaduras les impiden avanzar más, quedando expuestos al terrible
fuego francés. El nivel de bajas es tan grande, acribillados por docenas de
cañones y miles de fusiles ( que toman como referencia de puntería los
pantalones blancos de verano de los infantes españoles[73] ), que el ataque fracasa ahogado en sangre:
“ Metralla horrorosa, granadas, balas
inundaron a porfía el campo y esparcieron el destrozo y la muerte por los
batallones españoles que serenos e impávidos, llevando a su cabeza al mismo
general Freyre, adelantaron sin disparar casi un tiro hasta gallardearse en el
escarpe de las primeras obras de los enemigos “ [74]
Uno de los batallones españoles, “ Tiradores
de Cantabria “ resiste en el escarpe, muriendo su coronel Leonardo Sicilia,
hasta recibir órdenes expresas de Wellington para que se retirase. Cubiertos
por la artillería portuguesa, una de las brigadas ligeras y los dragones
pesados británicos, la infantería española se repliega desordenada hacia
Entretanto, al otro lado de Toulouse, en la
orilla izquierda del Garona, el general Hill realiza otro ataque sobre el
arrabal fortificado de Saint-Cyprien, defendido por
En el campo español, tras dos horas, los
jefes y oficiales consiguen volver a reorganizar sus unidades. Para dar
ejemplo, los generales, con sus estados mayores, se ponen al frente de la
línea. Son las doce de la mañana; Freyre hace formar con él a su escuadrón de
escolta de Húsares de Cantabria. En un demencial arranque de coraje se reinicia
el ataque. En palabras del oficial británico Harry Smith sobre la infantería
española:
“ It was a most gallant
heavy and persevering attack “ [76]
Miles de armas
francesas vuelven, de nuevo, a disparar sobre las columnas de ataque españolas.
Según el testimonio de un oficial francés presente, la mortandad causada habría
sido mayor si sus jóvenes artilleros hubieran tenido más experiencia:
“ De nouvelles
colonnes vinrent les remplacer et eurent le même sort elles eussent été
anéanties si nous avions eu de bons canonniers, mais nos artilleurs, trop
jeunes, pointalen mal, et souvent les soldats d´infanterie étaient obligues de
les aider dans leur service “ [77]
Docenas de hombres comienzan a caer heridos y
muertos. Cuatro generales: el Comandante de
“
Las heridas que recibió el brigadier Don José de Ezpeleta me privaron de su
asistencia desde la mañana, y la cuarta división que mandaba quedó desde muy temprano
sin este digno jefe... Los comandantes de brigada Don Pedro Méndez de Vigo y
Don José Carrillo y Albornoz fueron también obligados por sus heridas a dejar
unos puestos en que haciendo los mayores esfuerzos, eran de la mayor utilidad
por su valor y conocimientos. “ [78]
Méndez de Vigo tiene que ser retirado del
campo de batalla. Tras caer bajo su caballo muerto, al volver a ponerse al
frente de sus hombres, a pie, un balazo le rompe el húmero:
“ En la célebre Jornada de Toulouse...
perdió otro caballo recibiendo al mismo tiempo una contusión, y después una
herida de bala de fusil en el brazo derecho estando en lo más acalorado de la
acción ...” [79]
Las tropas
españolas desorganizadas han de retirase nuevamente a los cerros de
Hacia las cuatro
de la tarde los españoles montarán su tercer y definitivo ataque sobre el Monte
Rave. Esta vez se
buscará no un asalto directo al “ Gran Reducto “, sino que tras flanquearlo por
el sureste, los batallones españoles, forman en orden mixto con dos columnas a
sus flancos; precedidos por sus compañías de cazadores, giran a su derecha y se
lanzan ahora sobre el centro del monte Rave, en dirección a los fuertes de
Bajando de
“ Les Espagnols..., furieux de verser tant de
sang inutilment, mais toujours opiniâtres dans leur entreprise, et toujours
victimes de leur courage et de leur dévouement à la cause qu´ils défendaient,
préparèrent une troisième attaque qui fit naître quelques réflexions et mérite
d´être remarquée. Ce ne peut éter là l´effet d´un courage machinal: on ne
saurait braver si constamment les fatigues et les dangers de la guerre, sans
attacher de l´honneur à vaincre; et le sacrifice de la vie, quand il est fait à
tant de reprises qui se succèdent si rapidement , est la pierre de touche d´une
valeur que rien n´étonne, et qu´on ne pourrait méconnaître sans injustice “ [80]
Esta vez el ataque se
hace ya bien coordinado con los escoceses y portugueses. Los regimientos
españoles de la “ Corona”, “ Rivero “, “ 1º Cántabro “ y “ Oviedo “, dirigidos
por el general Pedro de
Llega la noche. La
batalla se detiene.
Al día siguiente el mariscal Soult se ve
incapaz de defender la ciudad y ordena la retirada. El ejército aliado, con más
de 4.600 bajas, ocupa Toulouse y entierra a su muertos. De los 7.800 españoles
de Freyre que han tomado parte en la batalla, 2.172 han muerto o están heridos[81]. Uno de cada cuatro españoles fue baja tras la
batalla. El Ejército Español en Tolouse representaba el 24% de los efectivos
del Ejército Aliado; sin embargo sus pérdidas supusieron el 46% de todo el
Ejército de Wellington. Un terrible porcentaje de bajas no igualado por ninguno
de los ejércitos contendientes. Hasta el mismo historiador liberal Conde de
Toreno, poco dado a las alabanzas guerreras, no pudo por menos que dejar
escrito:
“ ¡ Que de oficiales
quedaron allí tendidos por el suelo... bien que merecedores todos de justa y
eterna loa ! “ [82]
Las noticias de la sangrienta batalla llegan
pronto a la prensa española:
“ Vitoria 19 de
Abril.
Ignoramos los pormenores de la batalla que
aseguran ha sido sangrienta y gloriosa en sumo grado para el 4º Ejército
Español que ha tomado a la bayoneta todas las obras en que estaban fortificados
los enemigos “ [83]
Uno de los más
sobrecogedores relatos de la batalla se publicó el 24 de abril en un periódico
de
“ Cororade (
Francia ), 11 de abril.
A las seis de la mañana de ayer empezó el
fuego y duró hasta la noche sin intermisión vivísimo, de tal modo que se puede
asegurar no haberse visto otro igual. Nuestro objeto fue apoderarnos de dos
alturas que están a la izquierda de Tolosa y que el enemigo tenía fortificadas
con reductos y 24 piezas, con las que nos hicieron un fuego cruel de granada,
matándonos mucha gente. De la primera batería o reducto los desalojamos pronto;
pero de la segunda nos fue muy difícil, pues los enemigos dentro de sus
reductos y atrincheramientos hacían un fuego infernal; por fin logramos
apoderarnos de ella a las cinco de la tarde, después de haber sido rechazados
por dos veces, pero con una pérdida muy considerable de jefes, oficiales y
tropa.
Los generales Mendizábal, Ezpeleta, Vigo y
Eduardo Mosqueira, están heridos; el pobre Balanzat [84] ha muerto, y lo mismo Sicilia [85] y otros varios. En fin, baste decir que Voluntarios
de
Hasta ahora no hemos recibido los detalles, pero aproximadamente llegará
nuestra pérdida a 1.800 hombres. Hoy estuvimos quietos y lo hemos empleado en
enterrar los cadáveres y conducir los heridos a los hospitales. Del Estado
Mayor tenemos al pobre Ortega que está espirando, a Cienfuegos y González
heridos, y Vallejo contuso, y los demás existimos como por milagro, pues íbamos
con el general delante a la cabeza de las columnas y a caballo, a atacar los
reductos, cosa ciertamente nunca vista.
Entre los heridos también lo han sido
Castrillo y Castell; en fin, son tantos que ni me acuerdo ni es posible hacer
una relación nominal de ellos.
Los enemigos están en Tolosa, con el canal
por delante, que les sirve de foso; y nosotros sobre las alturas de la
izquierda que la dominan “.[86]
A los
tres días llegaron las noticias de París de los sucesos habidos el 31 de marzo
con la entrada en la ciudad de los prusianos, austriacos y rusos, la abdicación
de Napoleón Bonaparte y la formación de un Gobierno Provisional que había
solicitado el armisticio. La guerra acabó para Méndez de Vigo y todas las
tropas aliadas cinco días después.
Postguerra y Reacción Absolutista.
En septiembre de 1815,
aún se encontraba Méndez de Vigo reponiéndose de su herida tomando aguas
termales en los Baños de Curtis, cercanos a
A este estado de
postración se unía el descontento del joven coronel asturiano por no haber sido
atendidas sus peticiones de ascenso a brigadier:
“ Empezó la guerra de coronel y la ha concluido en la misma
clase, sin embargo de que nunca se separó del servicio activo, que obtuvo
muchas veces mando de División y Brigada, que ejerciendo en propiedad, se
distinguió varias veces... No obstante lo expuesto, este Coronel no molestaría
El frustrado coronel
hubo de esperar aún otro año para recibir su ascenso a brigadier, y con
antigüedad de 30 de mayo de 1815. Ello le posponía en la carrera de futuros
ascensos con compañeros suyos de igual grado. La reposición del absolutismo por
Fernando VII y la escasa recompensa a sus dilatados méritos durante la guerra
fueron señalados motivos para el desafecto de Méndez Vigo a Fernando VII.
Repuesto en parte,
Méndez de Vigo se reincorporó al mando de su regimiento al que se le devuelve su
vieja orgánica de Milicia Provincial, pasando de guarnición a Asturias.
El Trienio Liberal y la defensa de Coruña ante los
Cien Mil Hijos de San Luis.
Triunfante el pronunciamiento del coronel Rafael del
Riego, Méndez Vigo, como miembro del nuevo poder liberal patriota en Asturias,
aparece de nuevo firmando los acuerdos tomados por el Consistorio de Oviedo el
21 de abril de 1821 ( presidido por el Jefe Político, Manuel María Acevedo y a
instancias del Ministro de Gobernación desde Madrid ) en los que se depuraba a
todo servil sospechoso de las instituciones civiles, militares y eclesiásticas
de la provincia.[89]
Sin
embargo, las esperanzas de regeneración de España fracasarán por la fuerza de
una invasión extranjera. El 7 de abril de 1823, los Cien Mil Hijos de San Luis,
enviados por
Minados por las discordias internas, por el desafecto del pueblo llano a
la causa liberal, y por el apoyo que los absolutistas dieron a la invasión,
ésta halló poca resistencia en las filas liberales, hasta el extremo de que, en
pocos meses, gran parte de la península estaba en manos de los legitimistas.
Sólo
pequeños bastiones como Cádiz o
Días
antes, en la noche del 23 de julio de 1823 tuvo lugar en
“
Quedó también entonces de Gobernador de la plaza el brigadier don Pedro Méndez
de Vigo, hombre de opiniones exaltadas, y de fogosas pasiones políticas.
Deploramos que en su tiempo se verificara uno de los hechos más repugnantes y
horribles con que las guerras civiles suelen por desgracia mancharse.
Hallábanse acumulados en el castillo de San Antón los presos políticos enviados
de varios puntos del reino, y principalmente de la corte, y se creyó oportuno
sacarlos de
... estas y otras semejantes crueldades, hijas
de la exaltación política imprudentemente irritada, y también del mal corazón
de algunos, que nunca faltan en ninguna causa ni partido, por noble que sea,
sirvieron luego de pretexto a los realistas para cometer los horrores con que
mancharon el periodo de reacción “.[91]
Para la
historia de Asturias, nada representa mejor el desgarro de la guerra civil
abierta que el hecho de que varios de aquellos prisioneros eran asturianos: uno
de ellos el brigadier Rafael Salvador Escandón y Antayo[92], realista
exaltado, compañero de armas de Méndez Vigo y también distinguido soldado
durante la pasada Guerra.
Escandón fue objeto de la venganza y rencor de los liberales al haber
formado parte del Tribunal Militar que en 1815 había condenado a muerte al
general Juan Díaz Porlier, tras su fracasado pronunciamiento en
Tras
estas salvajes ejecuciones, Méndez de Vigo abandona
Esta
circunstancia salvó la vida al brigadier asturiano. Condenado a muerte en
rebeldía, y a ser su cadáver descuartizado, por sentencia de un tribunal
especial dirigido por el, también tristemente célebre, juez apostólico
Salelles, Méndez de Vigo tuvo que exiliarse a Londres en 1823, pasando posteriormente
a asentarse en París.
Durante los años
siguientes, Vigo realizará desde la capital francesa una amplia campaña
propagandística a través de numerosas cartas públicas, e incluso con el
manifiesto “ España y América en Progreso “, a favor de
Las palabras de justificación
que el general Méndez de Vigo expuso por escrito desde París el 15 de febrero
de 1835, siete meses antes de emprender el regreso a España, argumentan, que no
justifican, las causas que le llevaron a tomar la decisión de ejecutar a
Escandón y al resto de presos absolutistas en
“ Un acto cometido dentro de una guerra, de un combate,
pues que tal es un sitio y no como una agresión frívola nunca concebible en la
posición que ocupaba el exponente y la que tenían los facciosos que sucumbieron
a su atrevida conspiración...
¿ Para qué son
las Amnistías sino porque en una guerra civil de una parte y de otra se cometen
muchos de estos actos cuya investigación después de concluida la guerra sería
imposible, pues que sería injusta e impolítica ?. Injusta porque pasada la
crisis nadie es capaz de apreciar y
discernir la posición material y moral en que se han hallado los individuos
complicados en ella. Impolítica porque se eternizarían las discordias, las
venganzas y los rencores “ [94]
Meses después,
el 26 de junio y a través de la embajada española en París, Méndez de Vigo
había vuelto a representar a
“ ... llevado de un celo ardientemente patriótico sobre
el estado difícil y lastimoso en que se encuentra
La situación de
postración económica y política de España, la pérdida de su imperio colonial
junto con la decadencia de su patria dentro del contexto europeo, hacen
exclamar al exaltado patriota asturiano que la única capacidad de regeneración
del país pasa por la vuelta a las Cortes y a
“ ...aumentarán la alabanza y admiración de un Colegio
que fue formado con tanta madurez, con tanta ilustración y con la dignidad
propia de una Nación grande verdaderamente, por más que sus enemigos intenten
deprimirla hace ya mas de tres siglos. “
Continua su carta
a
“ Los españoles han preferido siempre, cuando era preciso
vengar los insultos a
Por último,
Vigo recuerda a Mª Cristina que, de haber dado unos inequívocos pasos hacia la
restauración de las libertades, sus partidarios no se hallarían dispersos,
débiles, y muchos de ellos, aún, en el exilio frente al partido del
pretendiente don Carlos:
“ Me dirijo a V.M. muy respetuosa, pero enérgicamente
como Español y a nombre de mis compatriotas condenados al silencio, para pedirle
que abriendo los ojos ante el precipicio a cuyo borde han conducido a V.M. los
malos consejos, hasta hacerla pasar por la humillación de implorar el socorro
extranjero más bien que el de
Sin embargo,
Méndez de Vigo, no conseguiría regresar a España hasta septiembre de 1835. Será
rehabilitado, no sin polémica, por
A los 3 años de
iniciada la 1ª Guerra Carlista volvería Méndez Vigo a las filas del Ejército
con el grado de Mariscal de Campo, destinándosele al Ejército del Norte el 16
de junio de 1836. Durante un breve tiempo estaría incluso, al mando del
Ejército de Operaciones tras la marcha del general Córdoba. A su frente vive
con entusiasmo los sucesos del Motín de los Sargentos de
A sus 63 años y
una salud quebrantada tanto por su temperamento, como por las zozobras
políticas y su vieja herida en el brazo, se ve obligado a pedir otra licencia
temporal en abril de 1838 que, con el tiempo, se haría definitiva. Fija su
residencia en Sevilla por la benignidad de su clima:
“ En virtud de hallarme, desgraciadamente, con una herida
abierta en el tercio superior del húmero del brazo derecho que recibí en la
memorable batalla de Tolosa de Francia, hoy hace 24 años, defendiendo la misma
causa que hoy defiendo... por los padecimientos que me ocasiona dicha herida,
de la que han sido extraídas 47 esquirlas, y la cual fue recibida observando
una conducta distinguida “.[96]
Aún tendría
fuerzas Méndez de Vigo para volver a la escena política como Diputado a Cortes
en 1839. Tiempo después, se trasladaría con su familia a Almería, donde el
viejo león liberal asturiano vería el
final de sus días, en
·
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·
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1808 – 1814, Batalla de Tolosa Francia. [ Madrid ]. Revista
de Historia Militar, nº 91, Instituto de Historia y Cultura Militar.
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Independencia, Ed. SHM; Madrid 1994. Volumen VI,
Campaña de 1811.
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Ciudadano por la Constitución, 1812 -1814 , [ La Coruña ], Edición
Facsímil, dos tomos.
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Ejércitos españoles beligerantes en la Península durante la Guerra de España
contra Bonaparte arreglados por la Sección de Historia Militar,
[ Barcelona ].
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VVAA, ( 1811 ) “
Boletín
del Estado Mayor
del 6º Ejército, nº 6, pag. 23. Imprenta Militar del 6º Ejército. Julio de
1811, Cuartel General de Villafranca del Bierzo “. [ Villafranca del Bierzo
], IHCM, Madrid, Biblioteca Central Militar, Museo de Literatura.
[1] Profesor Titular de
Enseñanza Secundaria en el I.E.S Obispo Argüelles de Villablino ( León ).
[2] Su Hoja de Servicios se
conserva en el Archivo General Militar de Segovia ( AGMS ), 1ª Sección, Legajo
M – 2.722.
[3] Sus hojas de Servicio se
conservan en el AGMS, 1ª Sección, Expedientes Personales y Célebres ( Caja
102/3). Para Santiago Méndez de Vigo ver también: Cevallos-Escalera y Gila, A.,
Isabel Sánchez, J.L. y Cevallos-Escalera y Gila, L. ( 2.003 ).
·
Santiago contrajo matrimonio con Ana Isabel Osorio y Zayas, hija del
marqués de Alcaucias y Grande de España. En 1815 era Ayudante Mayor en las
Reales Guardias Españolas. Al igual que su hermano mayor fue liberal,
defendiendo Cádiz ante los Cien Mil Hijos de San Luis. Expulsado del Ejército
hasta la amnistía de 1832. Mariscal de Campo por méritos en la 1ª Guerra
Carlista en 1835. Ministro de
·
Froilán se casó con Luisa de Oraá, hija del general Marcelino de Oraá y
Lecumberri ( 1788 – 1851 ). Froilán moriría asesinado en Valencia en 1839 tras reprimir
un motín popular en el que se pretendía linchar a prisioneros carlistas como
venganza por los fusilamientos de soldados liberales en Pardiñas ordenados por
el general Cabrera en el Maestrazgo.
·
Juan moriría en una epidemia de cólera en Valladolid en 1834.
[4] Pascuala se casaría con Juan
Doz, nacido en Madrid en 1782. En 1810 era Ayudante
del Cuerpo de Estado Mayor. En julio de 1838, siendo coronel de infantería
pasó, por petición propia, a Puerto Rico. Por su parte, Manuela, la hija menor,
se desposaría con el coronel Ramón Fernández Calleja Pérez.
[5] Ministro de Hacienda en 1811
y autor del primer Presupuesto presentado a las Cortes de Cádiz en 1812.
[6] Laspra
Rodríguez, A.( 1999 ). Las Relaciones entre
[7] Anónimo ( 1810 ). El
Duende de nuestros Ejércitos descubierto.[ Badajoz ]. Biblioteca
Nacional, Madrid, Colección “ Gómez Imaz “, Signatura R 60.911.
[8] AGMS, 1ª Sección, Legajo M –
2.722, Representación del Coronel Méndez de Vigo a Fernando VII solicitando el
grado de brigadier. Noviembre de 1815.
[9] Una de las compañías de este
regimiento, al mando del teniente Ruiz, ayudó a la defensa del Parque de
Artillería de Monteleón en Madrid con
los capitanes Daoiz y Velarde el Dos de Mayo. San Miguel era natural de Gijón;
se había alistado con 20 años ( tras abandonar sus estudios universitarios de
Humanidades ). Como Méndez Vigo, llegaría a ser un Exaltado Liberal. Fue
Ministro de Estado en el último gobierno del Trienio en 1823. También fue
historiador y miembro de
[10]
Carantoña Alvarez, F. ( 1984 ).
[11] AGMS, ob. cit., Méndez de
Vigo al Consejo de Regencia en Cádiz, 12 de abril de 1811.
[12] Ver nota nº 9.
[13] Biblioteca Nacional ( BN ),
Colección “ Gómez Imaz “, R 62764, Carpetilla 1ª, doc. Nº 26, Méndez de Vigo al
general en jefe del Ejército Asturiano, Mayorga de Campos, 11 de julio de
[14] BN, “ Gómez Imaz “, R 62764,
Carpetilla 1ª, doc. Nº 5. El comandante de las tropas leonesas era el Presidente
de la nueva Junta, el regidor perpetuo y teniente coronel retirado, Manuel
Castañón y Monroy.
[15] Archivo Histórico Municipal
de Astorga, Legajo nº 9, Caja nº 2.359, doc. nº 1.071.
[16] Alvarez Estrada, R. ( 1988 )
( Reedición ). Memorias del levantamiento de Asturias en 1808. [ Gijón ],
Capítulo XIII, pag. 133.
[17] AGMS, 1ª Sección, Legajo M –
2722, Ob. Cit.
[18] García de
[19] El regimiento de “ Covadonga
“ tenía en sus filas un total de 617 efectivos según estadillo firmado por su
coronel en Mayorga de Campos el 11 de julio. “ Gómez Imaz “, R 62764,
Carpetilla 1ª, doc. Nº 26.
[20] “ Gómez Imaz “, ob. cit.,
doc. Nº 8, Méndez Vigo al general Nicolás de Llano Ponte, comandante en jefe
del Ejército Asturiano, Mayorga, 15 de junio de 1808.
[21] Pedro Méndez de Vigo
escribió numerosas cartas a
[22] BN, “ Gómez Imaz “, R 62764,
Carpetilla 1ª, doc. Nº 6, Benavente, 25 de junio y doc. Nº 13, Valderas, 13 de
junio de 1808, Informe de Méndez Vigo a Asturias.
[23] Archivo Histórico Nacional,
Madrid. Sección Estado: “Papeles de
[24] “ Gómez Imaz “, Ob. Cit.,
doc Nº 12, 15 de junio, Mayorga de Campos.
[25] García Fuertes, A. ( 2.003 ).
Moclín, 14 de julio de 1808. Nuevos y viejos datos sobra la batalla de Medina
de Rioseco. [ Madrid ]. Revista “ Researching & Dragona “, N° 19 y nº
21.
[26] “ Gómez Imaz “, Ob., Cit., doc. Nº 26, “ Voluntarios de Asturias. Regimiento de
Covadonga. Estado que manifiesta la fuerza efectiva de dicho Regimiento hoy día
de la fecha “. Mayorga y 11 de Julio de 1808.
[27] AGMS, ob. cit.,
Certificación del general Pascual de Zayas, 5 de octubre de 1815.
[28] Alvarez Estrada, R.; Memorias
del levantamiento... Ob. Cit., Apéndices, Nº 50, pags. 334 – 335.
[29] “ Gómez Imaz “, sig. R 62764, doc. nº 30, Arbás, 15 de agosto.
[30] “ Gómez Imaz “, ob. cit.,
doc. Nº 34. Méndez Vigo al Capitán
General de Asturias.
[31] “ Gómez Imaz “, ob. cit., doc.
Nº 40. Colombres 7 de diciembre de 1808.
[32] Regimientos de Infantería de
Línea: “Oviedo”, “Villaviciosa”, “Candas y Luanco”, “Castropol”, “Cangas de
Tineo”, “Grado”, “Infiesto”, y “Lena “,
con los batallones ligeros de “Covadonga“ y “Pravia“. A ellos se les unirían
los viejos regimientos del Ejército Real, de Infantería de Línea, de la
“Princesa” y “Navarra”. En total 9.054 hombres. VVAA, ( 1821 ). Estados de
[33] Priego López, J., ( 1972 ).
[34] VVAA, ( 1821 ). Estados
de
[35] Instituto de Historia y
Cultura Militar, Colección “ Duque de Bailén “, Legajo 9, Carpeta nº XII, doc.
nº 4. Ejército de
[36] AGMS, 1ª Sección, Hojas de
Servicios, Legajo C- 1061. Marqués de
Castrillo y Grande de España. Teniente General don Diego de Cañas y
Portocarrero. Vallisoletano de nacimiento, comenzaría una tardía carrera
militar a los 41 años de edad en 1791 como Coronel del regimiento de Infantería
Ligera de “ Tarragona “. Era veterano de
[37] Novoa, R. ( 1816 ). A los
valientes guerreros del Ejército de
[38] Instituto de Historia y
Cultura Militar, Madrid, Colección “ Duque de Bailén “, Año de 1809, Carpeta nº
XII. Ejército de
[39] Novoa, R. ( 1816 ). A los
valientes guerreros del Ejército de
[40] Instituto de Historia y
Cultura Militar, Madrid, Colección “ Duque de Bailén “, Año de 1809, Carpeta nº
XII, Doc. nº 1, Informe de Javier Losada... Ob. Cit.
[41] AGMS, ob. cit.,
Certificación del coronel Manuel Nava Campomanes, comandante interino de
[42] AGMS, ob. cit.,
Certificación del general Taboada, Villafranca del Bierzo 25 de octubre de
1810.
[43] “ Gómez Imaz “, Signatura R
62766, “ Correspondencia de oficio dirigida al Comandante General del
Ejército de Asturias Francisco Javier Losada. Abril de 1810 – Junio de 1811 “,
doc. Nº 12. Cangas de Tineo, 10 de noviembre de 1810.
[44] “ Gómez Imaz “, idem, doc.
Nº 28. Cornellana, 27 de noviembre de 1810.
[45] “ Gómez Imaz “, idem, Méndez
Vigo al general Losada, doc. Nº 27 de 23 de noviembre de 1810 en Santullano, y
doc. Nº 61 de 28 de enero de 1811 desde Godas de Salas.
[46] “ Gómez Imaz “, idem, doc.
Nº 89, Méndez Vigo a
[47] AGMS, 1ª Sección, Legajo L – 1907, Francisco Javier de Losada Pardo Pol y
Figuerora, Conde de Maceda y de San Román, Mariscal de Campo.
[48] AGMS, 1ª Sección, Legajo T – 23, Francisco
Taboada Mosquera y Gil, Mariscal de Campo.
[49] AGMS, 1ª Sección, Legajo C – 195, Francisco
Cabrera Ramírez, Mariscal de Campo.
[50] AGMS, 1ª Sección, Legajo O – 116, Alejandro Antonio Ojea,
Mariscal de Campo.
[51] AGMS, 1ª Sección, Legajo M- 4.652, Juan José
Moscoso y Sequeira. La historia de
[52] Tras varios meses preso conseguiría fugarse de su
prisión para llegar a Cádiz el 7 de abril de 1811 donde fue recibido con
entusiasmo por
[53] AGMS, 1ª Sección, Legajo C– 1982, Federico
Castañón y Lorenzana, Brigadier.
2ª División.
Mariscal de Campo Francisco Taboda y Gil.
1ª Sección ( brigada ),
Comandante el Brigadier José Meneses
·
6º de Marina: 1.364 hombres ( 3 batallones ), brigadier José Meneses.
·
Tuy: 683 hombres ( 1 batallón ), sargento mayor Gaspar Gisbert.
·
Cazadores del Rey: 505 hombres ( 1 batallón ), sargento mayor Joaquín
Bilbao.
2ª Sección ( brigada ),
Comandante el Coronel Manuel Mascareñas.
·
Monterrey: 1.947 hombres ( 3 batallones ), coronel Manuel Mascareñas.
·
Voluntarios de León: 1.004 hombres ( 2 batallones ), coronel Domingo de
Sierra.
·
Zamora: 242 hombres ( 1 batallón ), se ignora el mando.
·
Caballería: 1 Escuadrón ( dos compañías ) de Húsares de Galicia, 121
jinetes ( capitán
Antonio Gallarza ). Comandante de
Domínguez, conde de San
Antonio.
·
Artillería: 1 batería de artillería a caballo del 4º Regimiento, capitán
Vicente Vázquez.
División de Vanguardia. Mariscal de Campo
Francisco Javier Losada.
1ª Sección ( brigada volante
), Brigadier Federico Castañón y Lorenzana.
·
Oviedo: 1.268 hombres ( 3
batallones ), Coronel Pedro Méndez de Vigo.
·
Caballería: una compañía de Húsares de
Asturias, 53 jinetes ( teniente José Fombella )
División del General Jean Pierre Bonet.
Brigada
Jean-André Valletaux: 2.500 hombres aprox.
·
Regimiento 119º de línea ( 2 batallones ).
Coronel Jean Baptiste Cretin.
·
Regimiento 122º de línea ( 3 batallones ).
Coronel Nicolas Gruardet.
·
Una Compañía del 28º de Cazadores a Caballo (
50 jinetes ).
Ver: Priego
López, J. ( 1994 )
[55] Sarramon, Jean ( 1965 ). Operaciones en el Reino de León, mayo –
septiembre de 1811. [ Madrid ]. Revista de Historia Militar, nº 19, ( SHM
), pags. 81 – 144. También ver: Servicio
Geográfico del Ejército, Madrid, Armario E, Tabla 7, Carpeta 1ª, nº 398: “
Croquis de la acción sobre las Alturas de Cogorderos ganada por la 2ª Sección
de la 2ª División del 6º Exército el 23 de junio de 1811 “.
[56] AGMS, 1ª Sección, Legajo M -
2722., Certificación nº 11, Vegamián, 8 de diciembre de 1814.
[57] Palabras del Sr. Alcalde de Cogorderos a
este historiador en noviembre del 2.003.
[58] VVAA, “ Boletín
del Estado Mayor del 6º Ejército, nº 6, pag. 23. Imprenta Militar del 6º
Ejército. Julio de 1811, Cuartel General de Villafranca del Bierzo “. IHCM, Madrid, Biblioteca Central Militar, Museo de
Literatura.
[59] AGMS, 1ª Sección, Federico Castañón y Lorenzana,
Legajo C - 1982. Acabaría la guerra con el grado de Mariscal de Campo que ganó
por su mando accidental de la 4ª División del 4º Ejército en la batalla de San
Marcial, el 31 de agosto de 1813, en la que fue gravemente herido.
[60] Martinien, A. ( 1890 ). Tableaux par Corps et par
Batailles des Officiers Tués et Blessés pendant les Guerres de l´Empire, 1805 –
1815 . [
[61] Smith, Digby ( 1998
). The Greenhill Napoleonic Wars Data
Book, Actions and Losses in Personnel, Colours, Standards and Artillery, 1792 -
1815. [ London ], pag. 365.
[62] Museo del Ejército, Sección Manuscritos,
Correspondencia del general Santocildes, Legajo 29, Expediente 1.
[64] AGMS, ob. cit., Certificación del Mariscal de Campo Estanislao
Sánchez, Jefe
del Estado Mayor del 4º Ejército; Irún, 17 de octubre de 1814. Su Hoja de
Servicios en AGMS, Sección “ Célebres “, Caja 153, Expediente 11.
[65] AGMS, Ob. Cit.,
Certificación del Mariscal de Campo José de Ezpeleta y Enrile, Azpeitia, 24 de
octubre de 1814.
[66] AGMS, Ob. Cit., Hoja de
Servicios de Méndez Vigo.
[67] AGMS, Ob. Cit.,
Certificación de Estanislao Sánchez, ob. cit. Dicha brigada se compuso,
finalmente, de cuatro regimientos de a un batallón: “ 6º de Marina “, “
Benavente “, “ Rivero “ y “ Oviedo “. Ver VVAA, ( 1821 ), Estados de
[68]
[69] Pedro Méndez de Vigo dirige
en Toulouse la 1ª brigada de
[70]
[71] Escalettes,
J. P., ( 1999 ). 10 Avril 1814.
[72]
[73] Marcel, N. ( 2.001 ).
Campagnes en Espagne et au Portugal. [ Paris ], pag. 205.
[74] Queipo de Llano, J.M. (
Conde de Toreno ), ( 1953 ). Historia del Levantamiento, Guerra y Revolución
de España , [ Madrid ], Biblioteca de Autores Españoles , Tomo LXIV, Libro
XXIV, p. 515.
[75] Consistente en la 2ª brigada de la 1ª división, con 2.000 hombres.
[76]
[77] Marcel, N.; Campagnes en
Espagne..., Ob. Cit. pag. 205.
[78] Gómez de Arteche y Moro,
José; ( Redición de Simtac 2.003 ) Guerra de
[79] AGMS, Ob. Cit.,
Certificación del Teniente General Manuel Freyre, Madrid a 17 de octubre de
1814.
[80] Duplan, C. ( 1814 ). “ Précis historique de la bataille livrée le 10 avril 1814 sous les
murs de Toulouse entre, l´armée française et les armées combinées anglaise,
espagnole et portugaise “, [ Toulouse ], Bénichet Cadet. Extractado de Escalettes, J. P., ( 1999 ). 10 Avril 1814. Ob. Cit. p. 223.
[81] Según Jean – Paul
Escalettes, las tropas de Freyre tuvieron 205 muertos y 1.967 heridos. Ob. Cit.
pag. 168. Por otra parte el informe redactado por Manuel Freyre y publicado en
[82] Queipo de Llano, J.M., ob.
cit., Libro XXIV, p. 516.
[83] Saurín de
[84] Francisco Javier Balanzat,
teniente coronel de Voluntarios de
[85] Leonardo Sicilia, coronel de
los Tiradores de Cantabria.
[86] Saurín de
[87] AGMS, ob. cit., Certificación
del cirujano José González y Campo, 3 de mayo de 1836, Madrid.
[88] AGMS, ob. cit., Carta Méndez
Vigo al rey, 28 de noviembre de 1815.
[89] La misma se limitó a pérdida
de empleos y a confinamientos. Estrada Acebal, Guillermo ( 1939 ). “ Notas para
las Historia de las Ideas Tradicionalistas en Asturias “,[Oviedo], p.
24.
[90] De nombre “ El Santo Cristo
de Sevilla “.
[91] Lafuente, Modesto ( 1865 ).
Historia General de España , [ Madrid ],Tomo XXVIII, p. 211.
[92] Coronel del regimiento
asturiano de “ Cangas de Onís “ durante la guerra contra Francia. Se distinguió
en los sitios de Zaragoza. En 1815 derrota y apresa a su antiguo comandante
Porlier. Retirado del Ejército y desterrado durante el Trienio Liberal a Puebla
de Sanabria, se subleva al mando de una partida realista. Detenido junto con
sus dos hijos mayores, es llevado arrestado a la prisión de Oviedo. Allí, ante
el avance de los Cien Mil Hijos de San Luis, las autoridades liberales deciden
remitirlo a
[93]AGMS, 1ª Sección, Legajo N –
446. Mariscal de Campo. Tras combatir en
[94] AGMS, ob. cit., Carta de
Méndez Vigo a
[95] Idem, París 26 de junio de
1835.
[96] AGMS, ob. cit., Carta de
Méndez Vigo al Capitán General de Andalucía, 10 de abril de 1838, Sevilla.