REGIMIENTO
INFANTERIA DE LUARCA (1808-1811)
ORÍGENES Y ORGANIZACIÓN
Creado y aprobado en la ciudad de
Oviedo el 20 de junio de 1808 con el nombre de Regimiento de Infantería de Luarca,
bajo el pie de un único batallón de a 10 compañías y una fuerza teórica de
1.000 hombres. Fue su primer coronel D. Juan Cañedo Miranda.
Una vez formadas y completadas las
respectivas compañías, recibe la orgánica como regimiento y se constituye como
tal según quedó establecido por dictamen presentado en
B A T
A L L
Ó N |
|
P L A N A M A Y
O R |
C O M P A Ñ Í A S |
- Coronel - Sargento Mayor - 2 Ayudantes -
Abanderado (no se contempla) - 1 Capellán - 1 Cirujano - 1 Tambor mayor - 1 Maestro Armero |
10 compañías, de las cuales una era de Granaderos. Cada Compañía consta de: - 1 Capitán - 1 Teniente - 1 Subteniente - 1 ó 2 sargentos 1ºs. - 2 sargentos 2ºs. - 4 cabos 1ºs. - 4 cabos 2ºs. - 50 soldados (aprox.) |
VICISITUDES, CAMPAÑAS Y ACCIONES DE GUERRA
1808
El 26 de junio de 1808 el capitán
general D. Vicente María de Acevedo da cuenta de la formación del Regimiento de
Luarca, al que sirvieron de base 400 hombres de las compañías de su división
que se encontraba en Grado. El mando del cuerpo lo encarga al coronel D. Juan
Cañedo Miranda. Se forman 10 compañías de a 40 hombres cada una y, en
cumplimiento de las órdenes de 27 de mayo y 1.º de junio del mismo año, se
nombran sargentos 1.ºs y 2.ºs, así como también cabos 1.ºs y 2.ºs. El día 28 de
este mismo mes, se ordena que el Regimiento de Luarca, desde su acantonamiento
en Grado, emprenda la marcha con dirección a Llanes con el objeto de reforzar
este punto.
El 31 de julio de 1808 el Regimiento
de Luarca se encontraba en Vidiago, concejo de Llanes, completando su organización
y perfeccionándose en la instrucción y en el manejo del arma. Una vez
organizado y constituido como tal regimiento de un sólo batallón de a 10
compañías,
PLANA MAYOR -
Coronel……………………………
D. Juan Cañedo Miranda -
Sargento Mayor
………………….. D. Francisco de Zumalacárregui -
Ayudante 1º
……………………… D. Miguel Oliver -
Ayudante 2º
……………………… D. Francisco Arquez -
Abanderado
……………………… Se desconoce -
Capellán
…………………………. D. Francisco Bernardo
García Rozado -
Cirujano………………………….. Se desconoce -
Armero ……………………………
Idem. -
Tambor Mayor
…………………… José Sánchez |
Además de
CÍAS |
CAPITANES |
TENIENTES |
SUBTENIENTES |
1.ª |
D. Alvaro García Ramos |
D. Nicolás Blanco |
D. José Alvarez |
2.ª |
D. José Bernaldo de Quirós |
D. Juan Alvarez |
Vacante |
3.ª |
D. Antonio Quirós |
D. Fernando Martín Valdés |
Vacante. |
4.ª |
D. Manuel Hedrada |
D. Manuel Alvarez |
Vacante |
5.ª |
Vacante |
Vacante |
D. Diego Miranda |
6.ª |
D. Nicolás Argüelles |
D. Simón Antonio Proel |
D. Antonio Alvarez |
7.ª |
D. José Castañón |
D. Manuel González |
D. Francisco Olivares |
8.ª |
D. José Argüelles |
Vacante |
D. Benito Sánchez |
9.ª |
D. José González Rodríguez |
D. Domingo Alvarez |
D. Antonio García Mendoza |
10.ª |
D. Juan Ramón Colao |
D. Francisco López de la Vega |
Vacante |
Asimismo,
cada una de las compañías de las que constaba el batallón, según el estado de
fuerza anterior, se componía de los efectivos que se reflejan en el cuadro
siguiente:
CÍAS. |
Sgt.ºs 1.ºs |
Tambores |
Cabos y soldados |
Fuerza total |
1ª |
5 |
1 |
95 |
101 |
2ª |
3 |
1 |
62 |
66 |
3ª |
4 |
- |
63 |
67 |
4ª |
3 |
- |
63 |
66 |
5ª |
3 |
- |
60 |
63 |
6ª |
3 |
- |
62 |
65 |
7ª |
3 |
- |
62 |
65 |
8ª |
3 |
- |
62 |
65 |
9ª |
3 |
- |
65 |
68 |
10ª |
3 |
- |
65 |
68 |
Total |
33 |
2 |
659 |
694 |
Con ocasión de la reunión mantenida
por los generales Blake y Acevedo en León el 22 de agosto de 1808 con el objeto
de concertar órdenes relativas al auxilio que Asturias debería prestar al
ejército de Galicia; el día 29 de este mismo mes el general Acevedo informa a
Blake que ha circulado orden para que las tropas asturianas, entre las que
naturalmente se encuentra el Regimiento de Luarca, se concentren en Llanes para
verificar en dicho punto la organización de una división para ponerla a
disposición del entonces denominado Ejército de Galicia.
Como
consecuencia de la orden anterior, en septiembre de 1808 el Regimiento de Luarca
queda incorporado a la recién constituida División
expedicionaria asturiana, puesta bajo el mando del teniente general D.
Vicente María de Acevedo, cuya división, tal como se había convenido, debería
incorporarse al Ejército, también expedicionario, de Galicia para formar la 3.ª
división del expresado ejército al mando del teniente general D. Joaquín Blake y Joyes.
El 22 de setiembre el brigadier D.
Gregorio Bernaldo de Quirós, inspector general de la división, en presencia de
los generales Acevedo y Llano Ponte –que fungía de mayor general de la misma–,
pasa la primera revista de inspección a los regimientos de la división, entre
los que se encontraba el de Luarca que, desde ese preciso momento, queda
encuadrado en la brigada que manda el jefe de escuadra (brigadier) de
El 25 de septiembre la totalidad de
los regimientos destinados a constituir la 3.ª división ya se encuentran acantonados
en Llanes, en cuya localidad queda establecido el cuartel general divisionario.
Este mismo día, el general Acevedo eleva a
Aprobado el plan anterior, el Regimiento
de Luarca, junto con los demás cuerpos divisionarios, experimenta una profunda
transformación para adaptarse a las nuevas exigencias de la guerra, quedando
arreglado desde el 1.º de octubre de este mismo año bajo el pie de dos
batallones de a cinco compañías cada uno, una de ellas de granaderos, creando
así, con esta articulación en batallones, una unidad más flexible y maniobrera.
La nueva orgánica del Regimiento de Luarca, según el “Plan de reforma”
propuesto por su general en jefe, es la que refleja el cuadro siguiente:
PRIMER
BATALLÓN |
SEGUNDO
BATALLÓN |
P L A N A M A Y O R - Coronel - Sargento Mayor - Primer Ayudante - Abanderado - Capellán - Armero - Cirujano - Tambor Mayor - 6 Pífanos - Tambor de Órdenes |
P L A N A M A Y O R - Teniente
Coronel - 2 Ayudantes - Abanderado - Capellán - Cirujano - Armero - Tambor Mayor
- 6 Pífanos - Tambor de Órdenes |
C O
M P A
Ñ Í A S |
|
Cada Compañía compuesta por: Oficiales
Tropa
- 1 Capitán -
1 Sargento 1º...........} - 1 Primer Teniente - 4 Sargentos 2ºs.…..} - 1 Segundo Teniente - 8 Cabos 1ºs.............} Total tropa: 100 hombres -
1 Subteniente - 8 Cabos 2ºs…….....} -
2 Tambores.............}
- 77
Soldados..............} |
El 29 de septiembre de de 1808 el
Regimiento de Luarca, una vez arreglado bajo el pie de dos batallones, de a
cinco compañías cada uno –una de ellas de granaderos–, emprende la marcha hacia
Vizcaya, llegando a Quincoces de Yuso (Burgos) el 11 de octubre. En el estado
de fuerza efectiva de todos los cuerpos que componen el Ejército expedicionario
asturiano, circunstanciado por el general Llano Ponte, mayor general de la
división, en el cuartel general de Quincoces el 12 de octubre de 1808, el
Regimiento de Luarca presenta un total de 3 jefes, 21 oficiales y 855 plazas de
fusil.
El 16 de Octubre las
tropas expedicionarias de Asturias, después de pasar la revista de comisario
reglamentaria, se refunden en el Ejército de Galicia –ahora denominado de la
Izquierda– constituyendo, como estaba previsto, la 3.ª división del mencionado
ejército.
Por disposición del general
en jefe del Ejército de la Izquierda, el Regimiento de Luarca, junto con los de
Castropol, Candás y Luanco, Grado y Villaviciosa, que se encontraban
acantonados en Medina de Pomar, es destinado a
El
día 19 de octubre sale de Traspaderne con dirección a su nuevo destino, fijado
en el perímetro de una legua de las inmediaciones del cuartel general de
Quincoces. Días más tarde, en la noche del día 23 de octubre el general Acevedo
recibe orden de trasladarse a Respaldiza, cuya marcha verifica en la mañana del
día siguiente llevando consigo al Regimiento de Luarca y los restantes cuerpos de
su brigada.
El 26 del mismo mes, encontrándose
en Respaldiza, el general Acevedo recibe nueva orden para trasladarse a la
villa de Orduña con el objeto de observar las avanzadas de Murguía y los
movimientos que pueda hacer el enemigo sobre Orduña.
En el estado de organización y
fuerza disponible del Ejército de la Izquierda, de fecha 31 de octubre de 1808,
el Regimiento de Luarca presenta los mismos efectivos reflejados en el estado
de fuerza anterior. Según este estado, el regimiento se encuadra en la 1.ª
brigada que manda el brigadier D. Cayetano Valdés y Flórez, ahora destacada en
Villaro.
Después de los ataques de Durango y
Villaro, en la noche del 1.º de noviembre de retira a Villaro, continuando la
marcha al día siguiente. En la mañana del 3 de noviembre el Regimiento de Luarca,
al igual que los demás cuerpos de la 1.ª brigada al mando del brigadier Valdés,
se halla en el ataque de Menagaray, viéndose seriamente comprometidas las
fuerzas de caer prisioneras del enemigo, si no fuera por la afortunada
intervención de los otros cuerpos asturianos que componían la 2.ª brigada mandada
por el general Bernaldo de Quirós que acudió en su auxilio.
El 7 de noviembre el general en jefe
del Ejército de la Izquierda dispone que la 4.ª división situada en las alturas
de Valmaseda pasase a Sopuerta y que ésta fuese reemplazada por cuatro
regimientos asturianos[1],
por lo que el general Acevedo destina para este cometido a los de Luarca, Candás
y Luanco, Castropol y Grado, a cuyos cuerpos, más tarde, se suma el Provincial
de Oviedo. El mando interino de toda la posición recae en el brigadier D.
Francisco Manglano, comandante del Regimiento de Oviedo. En la mañana del día
8, ante el riesgo inminente de un ataque enemigo para recuperar la posición de
Valmaseda, el brigadier Valdés solicita al general en jefe el envío de
refuerzos, destinando para este cometido, justo en el preciso momento en que comenzaba
el ataque enemigo, al Regimiento Hibernia-Asturiano, así como varios
voluntarios y tiradores de Galicia. Considerando que, a pesar de los refuerzos,
la defensa de la posición no se podía sostener por mucho tiempo, se dispone la
retirada ordenada, repliegue que es
sostenido sin el menor contratiempo por dos compañías del valeroso Regimiento
de Cangas de Tineo, hasta que el último hombre pudo abandonar la villa atacada,
a pesar de estar expuestos a un intenso fuego enemigo.
Emprendida la retirada por el camino de Quintana, sobre la
una de la tarde del 10 de noviembre, a la altura de la villa de Espinosa de los
Monteros se presenta una fuerza enemiga considerable, lo que obliga a las
tropas del Ejército de la Izquierda a ocupar posiciones de ventaja (alturas dominantes)
para evitar la sorpresa y facilitar así la defensa ante el previsible ataque
que pudiera efectuar el enemigo, lo que así ocurrió, ya que se trabó un duro y encarnizado
combate en el que, tras dos horas de agotadora lucha en la que por ambas partes
de hicieron prodigios de valor, fue rechazado el enemigo. Por la tarde el general
Acevedo resuelve atacar las posiciones enemigas, cuyo movimiento se efectúa con
serenidad, batiéndose con extraordinario valor los cuerpos asturianos, pero la
acción queda indecisa por sobrevenir una densa niebla que hacia imposible
distinguir cualquier objeto. Entre las tropas asturianas se producen, sin
embargo, bajas que contabilizan varios muertos y heridos.
Al día siguiente, resuelto el
enemigo a concluir la acción emprendida el día anterior, decide acometer el ala
izquierda y se lanza al ataque directamente. Cae muerto el general Quirós, resultando
heridos de importancia los generales Acevedo y Valdés, así como el Coronel del
Regimiento de Cangas de Tineo y los tenientes coroneles de los de Lena y
Provincial de Oviedo. El resultado fue decisivo, las fuerzas asturianas que
ocupaban este punto (alturas de Las Peñucas), sorprendidas por el inesperado
movimiento del enemigo y viéndose privadas de sus jefes, ceden, lo que produce
el desorden general y la completa dispersión. En la acción resultan heridos
también varios oficiales y soldados de los demás cuerpos asturianos, entre los
que, por supuesto, se encuentra un número considerable de componentes del
Regimiento de Luarca.
No obstante lo anterior, el
Regimiento de Luarca, junto con los demás cuerpos que intervinieron en la
batalla de Espinosa de los Monteros, había acreditado subordinación, valor y
constancia en las demás circunstancias.
Derrumbadas las tropas asturianas,
algunas optan por tomar el camino de Santander con dirección a Aguilar de
Campoó. Entre los heridos, transportado en una carreta, iba el general Acevedo
a quien, por temor a que se produjera un ataque del enemigo que los perseguía,
se tomó la decisión de sacarle del carruaje y montarle en un mulo para evitar
que así cayera prisionero. Cuando ya se creían a salvo, en el pueblo de
Quintanillas, cerca de Aguilar, sorprendentemente son interceptados por
cazadores de del cuerpo que mandaba el coronel Tascher quienes, sin atender que
el Acevedo es un Capitán General herido en campaña y que como tal se le debe
considerar prisionero de guerra, con el mayor desprecio a las reglas de la
guerra, le asesinan del modo más vil y sanguinario.
Puestos
en ordenada retirada con dirección al Principado de Asturias, siempre
perseguidos por fuerzas enemigas superiores, los maltrechos regimientos
asturianos son interceptados en las proximidades de la villa de Comillas por la
vanguardia enemiga, que traba combate con el Regimiento de Cangas de Tineo, que
es el encargado de cubrir la retirada, cuyo cuerpo se llena de gloria por la serenidad
y denuedo demostrado en el ataque, tras el cual regresa en triunfo a Comillas.
Reforzado el enemigo con tropas de
infantería, caballería y artillería, el general Soult se revuelve contra
Comillas con el objeto de aniquilar definitivamente las escasas tropas
asturianas que aún quedaban por la zona, por lo que el 19 de noviembre de 1808,
ante la superioridad numérica del enemigo, el general Llano Ponte decide
replegarse sobre San Vicente de la Barquera por ofrecer esta plaza una
privilegiada situación estratégica para establecer allí la defensa y poder
contener al enemigo mientras se esperaran los refuerzos que pudieran llegar
desde Asturias. Desgraciadamente, el plan concertado no resultó, ya que se
cometió el inmenso error táctico de sostener el puente de San Vicente, situado
a espaldas de las tropas propias, lo que deja a éstas en una situación muy
comprometida, lo que provocó que el Regimiento de Covadonga, que llegaba de
refresco, fuese acometido impetuosamente por la artillería y caballería,
causando el pánico y la dispersión entre las fuerzas que lo componían, contagio
que cundió en los demás cuerpos que ocupaban la plaza, quedando así expedito el
paso del puente para la progresión de las tropas enemigas. En ese momento comenzaba a bajamar,
lo que permitió a la infantería y caballería enemiga arrojarse a la ría y
flanquear la derecha de las tropas española. La acción duró una hora, al
término de la cual los cuerpos asturianos, deciden replegarse sobre Colombres.
Siguiendo la retirada general,
siempre perseguidos por la caballería enemiga, el mismo día 19 las fuerzas
asturianas llegan a Colombres, en cuyo punto se sostiene una breve pero dura
refriega con sus perseguidores. Una vez reagrupadas las restantes y
desorganizadas fuerzas en la citada villa, el general Llano-Ponte decide
establecer la línea defensiva en Colombres, pero engañado por una hábil
estratagema del enemigo, cual era encender y avivar grandes fogatas para dar la
sensación de reunión de fuerzas importantes, decide replegarse sobre Llanes por
temor de ser atacado al día siguiente.
En el mes de diciembre, debido a los
fracasos e incompetencia militar del general Llano Ponte,
En el recuento general realizado a los
cuerpos asturianos, según el estado de fuerza remitido a la Inspección del
Ejército por el capitán general de la provincia y datado en Oviedo el 14 de
diciembre de 1808, el Regimiento de Luarca, que continúa formado por dos
batallones, presenta una plantilla regimental formada por 3 jefes, 26 oficiales
y 404 individuos de tropa, lo que representa, sólo en dos meses, una merma
importante de efectivos (52,75%) respecto a la plantilla presentada en
Quincoces de Yuso el 12 de octubre de este mismo año. El armamento se hallaba
al completo; carecía de vestuario y su estado de instrucción se consideraba mediano.
1809
En la mañana del 15 de enero de
1809, mientras el enemigo atacaba vigorosamente el puente de Lley, defendido
por el valeroso Regimiento de Villaviciosa que se hallaba reforzado por una
compañía del Regimiento de Castropol, el general Ballesteros, en previsión de
que las tropas ligeras enemigas –que se hallaban emboscadas sobre la barca de
Narganes– intentaran con sus fuegos impedir las comunicaciones de la línea y
que todos los esfuerzos de los franceses creía se dirigían contra su derecha; dispone
que su línea izquierda al mando del coronel del Regimiento de Luarca se ponga
sobre las armas y en observación de todos los movimientos que pueda efectuar el
enemigo. El Regimiento de Luarca, como tal unidad orgánica, fue uno de los
pocos cuerpos que no llegó a intervenir de forma directa en ninguna de las
importantes acciones que se desarrollaron en el dispositivo entre el 15 de
enero y el 29 de abril de 1809, circunstancia ésta quizás motivada por lo
exiguo de su plantilla regimental, prácticamente reducida a cuadro, por lo que
su eficacia era nula o escasa y su inacción la nota dominante.
El 16 de febrero de 1809 se dispone
que el Regimiento de Luarca avance hacia Castropol. El día 22 de este mismo mes
aún continuaba encuadrado en la 1.ª división
situada en la línea de Colombres bajo el mando del general Ballesteros.
El 27 de marzo de 1809 se encuentra
en tránsito hacia Villaviciosa.
Por disposición de
El 6 de abril de 1809 el brigadier
D. Jose Trelles, comandante de la 4.ª división destacada en Grado, ordena que una
compañía del Regimiento de Luarca, al mando del capitán D. Alvaro García Ramos,
salga a relevar a la compañía del Regimiento de Grado que se hallaba acantonada
en la zona de Barrios de Luna (León).
El 1.º de mayo de 1809 la compañía
continúa acantonada en las Babias al mando del capitán D. Alvaro García Ramos.
Se incorpora en Teverga con su tropa. Llega a Carrocera y después a Otero de las
Dueñas (León).
En mayo de 1809, con la
incorporación de nuevos reclutas, se logran completar cuatro compañías del 2.º
Batallón de Luarca, cuyo batallón, por esas fechas, se encontraba acantonado en
la villa de Grado.
A la una de la madrugada del 17 de
mayo de 1809 la vanguardia enemiga, al mando del general Mathieu, se posesiona
del paso de barcas de Cornellana y cruza el río Narcea por este punto. Este
mismo día, tres compañías del Regimiento de Luarca, formadas por reclutas de
reciente alistamiento, apoyadas por unos cien paisanos armados, se encontraban desplegadas
en las alturas de El Fresno, mientras que el resto del regimiento, alrededor de
100-150 hombres, junto con la compañía de granaderos del Regimiento de Gijón y
una partida de La Princesa (1 oficial y 26 soldados), se encontraba en Grado
constituyendo su guarnición.
En la tarde de este mismo día, 17 de
mayo, el enemigo, tras un breve intercambio de disparos, arrolla el
inconsistente dispositivo defensivo establecido en las alturas de El Fresno,
punto dominante sobre el camino real de Galicia[3]
que, desde Cornellana sube por Doriga, para luego, desde el Fresno, descender a
Grado. Superada esta primera línea de contención, las tres compañías de
soldados bisoños del Regimiento de Luarca que constituían la defensa,
auxiliadas por el centenar de paisanos, se ven desbordadas tras oír los
primeros disparos, viéndose obligadas a replegarse sobre Grado. Alcanzado es
último punto por los despavoridos soldados de Luarca, fue motivo más que
suficiente para sembrar el pánico y la dispersión entre los soldados que
componían la guarnición establecida en la villa de Grado. Los 150 efectivos del
Regimiento de Luarca se retiran a Teverga, cuya fuga se efectúa a través del
camino real que discurre por La Mata, Sama de Grado y Linares de Proaza,
mientras que la compañía del Regimiento de Gijón, junto con la partida de la
Princesa, lo verifican sobre Oviedo; la 1.ª, 2.ª y 3.ª compañías del 2.º
Batallón del Regimiento de Luarca, con una pieza de artillería, lo hacen al
puente de Peñaflor, en cuyo punto se decide hacer frente a las tropas del mariscal
Ney en su impetuoso avance hacia la capital del Principado.
En efecto, a las 8 de la mañana del
día 18 de mayo el enemigo decide atacar el puente de Peñaflor. Según informe de
D. Santiago Belaústegui, fechado en Zerezeda de Allande el 20 de mayo de 1809, se
expresa que al abandonar el monasterio de Corias en la tarde de ese mismo día,
se topó con el soldado llamado Joseph Fernández, perteneciente a la 3.ª
compañía del 2.º batallón del Regimiento de Luarca, que venía herido en un
brazo como consecuencia de un balazo recibido en la acción del puente de
Peñaflor. Como resultado de su testimonio se sabe que el jueves día
Tras anular la resistencia en el
puente de Peñaflor –que duró unas tres horas, con nulo efecto resolutivo por
parte del Regimiento de Luarca–, una vez desalojada la posición, la caballería
enemiga sale en persecución de los despavoridos soldados del Regimiento de
Luarca que huyen en desbandada por el camino que conduce a Pravia, haciendo
entre éstos numerosos prisioneros que más tarde serían pasados por las armas. Al
día siguiente de la acción el coronel del Regimiento de Luarca se hallaba a la
altura de La Peral, punto no muy distante del lugar de los hechos, con una
exigua parte de sus esforzados soldados, los mismos que se habían inmortalizado
en Peñaflor. Las pérdidas del valeroso Regimiento de Luarca, a falta de un
balance definitivo de bajas, se estiman en torno a los 100 hombres muertos,
mientras que el número de heridos y desaparecidos resulta difícil cuantificar.
Según declaración hecha bajo palabra
de honor por D. Antonio Valdés Montes[5],
teniente coronel del 2.º batallón del Regimiento de Luarca, en la que narra la
participación de este cuerpo en la acción de Peñaflor, se conoce con exactitud
las fuerzas que concurrieron a la defensa del estratégico puente sobre el río
Nalón. Pues bien, el teniente coronel Valdés expresa: “Que en el diez y ocho del proximo Mayo pasado quando la Vanguardia de
la Div.ºn del Mariscal Ney compuesta de quatro mil ó mas hombres de Infantería
con doscientos caballos entró en Grado en donde se hallaba el citado D.
Gregorio [Jove] de orden del
Comandante Trelles me aposté con mi Regimiento de Luarca en el Puente de
Peñaflor único punto de defensa al corto número de Tropa que tenía dicho
Reximiento, pues no llegaba a trescientos hombres y de éstos una tercera parte
reclutas que no havia tomado el fusil hasta el propio dia. Se egecutó la
reunión en el expresado Puente á donde he visto al citado D. Gregorio entre la
tropa contribuyendo con sus buenas reflexiones a la mejor defensa de aquel
punto hasta tanto que determinó pasar a Oviedo con toda diligencia á fin de
proporcionar socorro, emprendiendo la marcha dos horas largas después que
continuaba el fuego por una y otra parte el q.e duro hasta que el enemigo
nos tomó la altura de La Campona q.e
daba a dicho Puente. En la Venta de la Corredoria quando las reliquias del nombrado
Regimiento de Luarca y los oficiales que las acompañábamos buscamos todos el
modo de unirnos á la vanguardia de Vorster al mando del [brigadier D. Pedro
de
El día 19 el mariscal Ney, después
de hacer noche en el palacio de La Campona y con el camino ya expedito,
emprende la marcha sobre Oviedo. La suerte de la capital estaba echada. En la
madrugada de este mismo día el coronel del Regimiento de
El 20 de mayo de 1809 el general
Ballesteros, advertido de la incursión de Kellerman a través de Pajares y que
Oviedo se hallaba ocupada por fuerzas del Mariscal Ney, recibe el encargo del
marqués de la Romana para que “reúna
cuantas fuerzas pueda, y que obre según le parezca” y pone a sus órdenes el
formidable Regimiento de la Princesa que manda el coronel D. José O’Donnell. En
cumplimiento de la orden anterior, Ballesteros decide abandonar la línea de
Colombres y efectuar el repliegue sobre Cangas de Onís, al tiempo dispone que
la reunión de las tropas se verifique en el Infiesto, a cuyo punto se dirige
con todo su cuartel general para recibirlas.
Una vez concentradas las fuerzas en
Infiesto, el general Ballesteros intenta organizar lo mejor posible las
unidades que deberían operar bajo su mando, entre cuyos cuerpos,
desafortunadamente, el Regimiento de Luarca no se encontraba, ya que sus
exiguos efectivos (alrededor de 150 hombres) se hallaban en Teverga. En este
tiempo, el cuadro del regimiento –que aún permanecía en Asturias– intentaba por
todos los medios recomponer la unidad y rehacerse de las pérdidas sufridas en
Peñaflor, de donde salió totalmente destruido su 2.º batallón.
Por disposición de la Junta de
Armamento y Observación de Asturias, la escasa fuerza del Regimiento de Luarca,
junto con parte del Regimiento de Covadonga y los dispersos de la línea de
Pajares, pasan a ocupar la Venta de La Corredoria (enclave importante del
concejo de Grado) con el objeto de apoyar las operaciones del general Vorster. Para ello, el coronel D. Juan Cañedo
solicita la orden conveniente para que se vista adecuadamente al cuerpo de su
mando, expresando que en el puente de Peñaflor 240 soldados bisoños del 2.º
batallón del Regimiento de Luarca que, batiéndose con el mayor exceso
detuvieron al enemigo por espacio de tres horas, fueron arrollados, muertos y
prisioneros por la fuerza de la multitud de las águilas.
Tras la sorprendente derrota y
posterior dispersión de los cuerpos asturianos que intervinieron en la campaña
de Santander –entre los que no se hallaba el Regimiento de Luarca–, el general
Ballesteros embarca en un buque británico rumbo a Gijón, en cuya villa, por
orden expresa del marqués de la Romana, ahora nuevo general en jefe del
Ejército de la Izquierda, recibe el encargo de reorganizar sus maltrechas
fuerzas al objeto de reincorporarlas al citado ejército. En cumplimiento de esta
orden Ballesteros decide establecer el cuartel general en la villa de Gijón.
Para cumplir con lo ordenado por el
marqués de la Romana, el 23 de junio de 1809, con el objeto de reagrupar a los
dispersos cuerpos de la división, el general Ballesteros cursa orden circular a
la Justicia, haciendo responsables a los jueces del más exacto cumplimiento,
para que disponga inmediatamente que todas las tropas que se hallen en la
jurisdicción respectiva concurran a sus destinos. El Regimiento de Luarca no
aparece relacionado en la orden anterior, lo que viene a demostrar que en práctica
seguía reducido a cuadro, por lo que su eficacia era nula o escasa y la
inacción la nota dominante.
El 11 de agosto de
El 21 de agosto de este mismo año, el
Regimiento de Luarca hace alto en Pola de Lena. Llevaba orden expresa de
instalarse militarmente en Campomanes.
En el estado general de todos los
regimientos y batallones existentes en el Ejército español, fechado en Sevilla
el 30 de diciembre de 1809, sigue figurando como Regimiento de Luarca y continúa mandado por el coronel D. Juan
Cañedo.
1810
En sesión de
En consecuencia, una vez deliberado sobre la forma de
llevar a efecto la organización del Ejército, se acordó enviar
El 21 de mayo de 1810 se vuelve a
tratar sobre la reforma de los regimientos acordada el 4 de abril anterior,
pero no se hace al respecto.
El 28 de mayo de
Por acuerdo de
El 22 de junio de 1810
En virtud del mérito contraído por
el sargento 1.º del Regimiento de Luarca, D. Felipe Toti, que traía la
recomendación del capitán general del Principado, el 10 de julio de 1810 la
Junta acuerda habilitarlo en funciones de subteniente.
Por estas fechas D. Julián Alvarez, figuraba
como sargento 2.º del Regimiento de Luarca.
El Regimiento de Luarca, nuevamente
reorganizado y ahora encuadrado en la división de vanguardia del brigadier
Bárcena, durante los meses de agosto a noviembre de 1810 combate en todas, o
casi todas, las acciones de guerra que tienen como teatro de operaciones los
concejos de Grado y Salas, ambos comprendidos dentro de
El 6 de agosto de 1810 el Regimiento
de Luarca combate de nuevo en El Fresno (concejo de Grado), para más tarde caer
sobre Peñaflor con el objeto de atajar al enemigo en el puente, pero debido a
la falta de coordinación entre los respectivos jefes que deberían acudir al
punto de ataque, así como a falsas informaciones que menospreciaban la fuerza
del enemigo, ocasionó la desigualdad en la ejecución y el desorden en el
movimiento. Cuando el Regimiento de Luarca, junto con el Batallón de Rivero,
atacaba vigorosamente el único baluarte de la línea enemiga y rompía el fuego
en La Mata, la división encargada de aquel punto y los tiradores de Asturias que
comandaba D. Fernando Miranda habían sido atacadas y batidas completamente, la
situación del Regimiento de Luarca –que tenía a su cargo la empresa más
difícil– se vio seriamente comprometida por el sorprendente e inesperado
movimiento del enemigo, que no sólo les aventaja en superioridad numérica, sino
que inmediatamente debería ser reforzado con la fuerza que rechazó a los
tiradores de Miranda.
Las guerrillas del Regimiento de
Luarca, al mando de los oficiales D. Domingo Estrada, D. N. Martínez y D. F.
Valledor; la compañía franca al mando de su intrépido jefe D. Felipe Ramos, auxiliadas
por otra compañía del expresado cuerpo al mando del teniente Biescas, dieron
principio a la acción más reñida que ha tenido en Asturias el coronel Gauthier,
del 120 Regimiento francés. Las guerrillas, protegidas por acertado fuego de
artillería, desalojaron sucesivamente al enemigo de todas sus posiciones, pero
rehecho éste a la altura de La Cabruñana logra poner en serio peligro el flanco
izquierdo de las tropas españolas, por lo que las fuerzas anteriores efectúan
el repliegue sobre una altura próxima para, desde allí, poder contenerlo.
Inmediatamente, el valiente teniente coronel D. Alvaro García Ramos, comandante
interino del Regimiento de Luarca, con el resto de la fuerza del cuerpo de su
mando acude en socorro de los anteriores, pero, víctima de su intrepidez, pronto es envuelto en el desconcierto más
absoluto. Puestos en retirada, son perseguidos y batidos completamente por la
caballería enemiga. En la acción resultan muertos el valeroso comandante del
Regimiento de Luarca, el teniente coronel D. Alvaro García Ramos, y el teniente
del mismo cuerpo, D. Domingo Estrada, así como unos 50 soldados que, después de
rendirse, son pasados a cuchillo por los dragones enemigos.
El 30 de septiembre de 1810 el Regimiento de Luarca,
compuesto en esa fecha por 362 plazas de fusil, continúa encuadrado en la división
de vanguardia del brigadier Bárcena.
El 20 de octubre de 1810 fuerzas del
Regimiento de Luarca que componían la división de vanguardia del brigadier
Bárcena, son destacadas en descubiertas y observación del enemigo situado en
distintos puntos del concejo de Grado (entre El Fresno y Peñaflor). Este mismo
día combate en la acción que tuvo lugar en las alturas de la Espina sobre
Salas, en la que los valerosos oficiales del Regimiento de Luarca, D. Juan Biescas
y N. Martínez, repitieron nuevos laureles.
El 28 de noviembre de 1810 combate en
la acción sostenida en El Fresno (siempre la importante y estratégica altura de
El Fresno), en la que el Regimiento de Luarca sufre 36 bajas, entre muertos y
heridos.
Por R. O. de 16 de diciembre de
1810, el Consejo de Regencia resuelve que las tropas españolas se distribuyan
en seis ejércitos, por lo que el Ejército de la Izquierda (antiguo de Galicia)
pasa a denominarse 6º Ejército, que comprende a Galicia, Asturias, León y la
parte de Castilla a la derecha del Duero, con dos subinspecciones: una en
Galicia y otra en Asturias. Como consecuencia de la orden anterior el
Regimiento de Luarca, cuya disolución ya se contemplaba, no se le nombra ni
aparece relacionado en los distintos estados de fuerza.
A finales del año 1810 el Regimiento
de Luarca, que seguía encuadrado en la división de vanguardia, contaba en esos
momentos con 485 efectivos.
1811
El
1º de febrero de 1811 el Regimiento de Luarca –que continúa desplegado en la
línea del Narcea– presenta una fuerza en revista compuesta por 21 jefes y
oficiales y 565 individuos de tropa.
El 23 de febrero de 1810 el
Regimiento de Luarca aparece ahora mandado con carácter accidental por D.
Manuel Hadrada, capitán de su 4.ª compañía.
Después de varios meses de
aplazamientos, no exentos de dificultad, el 28 de febrero de 1811 se decide
acometer la tan ansiada reforma de los cuerpos asturianos (es el tercero y
definitivo intento que se hace desde 1809).
Por fin, el 11 de abril de 1811 con la disolución de todas
aquellas unidades que no se hallaban en condiciones de operatividad, se acomete
la tan ansiada reorganización. Se disuelven 13 regimientos, cuyas exiguas plantillas
se refunden unos dos meses más tarde en tres cuerpos de nueva planta que
retoman el antiguo nombre de “ASTURIAS”. 2 oficiales, 21 sargentos, 3 tambores
49 cabos 1.ºs, 46 cabos 2.ºs y 381 soldados del Regimiento de Luarca (502
hombres en total), se refunden en el recién constituido Regimiento “2.º de
Asturias”.
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Uniformes
La uniformidad del Regimiento de Luarca
al principio del levantamiento contra el invasor ha discurrido paralela a la de
los demás regimientos asturianos que se crearon en fecha anterior o posterior a
él.
Poco después de formarse el cuerpo,
a los componentes del Regimiento de Luarca les fueron suministradas diversas prendas
de vestuario confeccionadas por artesanos del Principado, cuyo uniforme se
componía de casaca o chaqueta corta de paño pardo[6],
con cuello, vueltas y otros apliques de color encarnado; un pantalón de lienzo
crudo; una chaqueta corta de marcha o fatiga de lino o lienzo crudo,
posiblemente con cuello y vueltas del propio lienzo o bién de color grana. Como
prendas de cabeza, utilizaban sombrero redondo, de los fabricados en el Real
Hospicio de Oviedo o de los procedentes de la ayuda británica llegada a Oviedo
meses antes, aunque también usaron el gorro de manga o cuartel, de la misma
tonalidad que el unforme. La mayoría de los pertrechos que conformaban el
equipo del soldado eran también de origen británico, recibidos en Oviedo en
julio de 1808, justo a tiempo para equipar a los regimientos que por esas
fechas se estaban organizando en Oviedo.
En febrero de 1809 todo hace indicar
que los componentes del Regimiento de Luarca, por su pertenencia a la división
de vanguardia (guarnición de Asturias) se hayan salido beneficiados con prendas
de vestuario de procedencia británica, ya que según orden del General en Jefe
del ejército asturiano, aquellos soldados «... q.e no se hallen bestidos de encarnado
sufrirán la pena de muerte ...»[7]. Dicho
uniforme, en esencia, se componía de casaca roja, chaleco blanco, pantalón de
lienzo y chacó tipo ‘stovepipe’ (tubo
de chimenea) o, en su defecto, gorro de cuartel. La provisión de estas prendas
se efectuaba mediante sorteo realizado por
Recompensas
El Regimiento de Luarca, al tratarse éste de un cuerpo ceñido
exclusivamente a la defensa y guarnición del Principado de Asturias, fueron escasas
las recompensas recibidas por sus componentes. Entre estas, destacan:
1. Escudo de Distinción al Valor en Asturias
Para enaltecer el valor de los
cuerpos asturianos destacados en la línea de Colombres,
Como consecuencia de lo anterior,
Dicho escudo, para llevar bordado en
la manga izquierda de la casaca o prenda equivalente, consiste en una pieza
circular de paño o lino blanco, de
2. Cruz del Ejército de la Izquierda
Es como
Por cédula de 10 de junio de 1815
expedida por el Teniente General Ballesteros y dirigida al capitán general D.
Joaquín Blake, se aclara que la cruz instituida por R. O. de 14 de mayo del
mismo año, se concede, además, por “su
valor y disciplina en las sangrientas acciones que en la última guerra tuvieron
en Rioseco, Sornosa [Zornoza], Guenes
[Güeñes]”.
3. Cruz de Distinción del Ejército Asturiano
Creada por Real Orden de 4 de junio
de 1815 para premiar “el entusiasmo, valor y bizarría con que se
condujo el egército asturiano en el tiempo en que circundada de enemigos
aquella Provincia, y sin auxilios del Supremo Gobierno, fue acometida por los
que estaban en Galicia, Castilla y Montañas de Santander, mandados por el
Mariscal Ney y por los Generales Kellerman y Bonet; habiéndose sostenido á
pesar de su corto número cerca de un año con escarmiento de los mismos
enemigos,,… á quienes en varios y repetidos encuentros batió y rechazó con
mucha gloria de las Reales armas y honor de sus naturales”.
La
cruz se compone de cuatro aspas esmaltadas en blanco y en cada una de ellas un
triángulo isósceles color amaranto, las cuales caen sobre un escudo circular,
en cuyo centro lleva una cruz de plata en campo azul, con el lema en el exergo “Asturias nunca vencida”, y al dorso “Exército Asturiano
[1]
ALVAREZ VALDÉS, Ramón: Memorias del
levantamiento de Asturias en 1808. Edición de Silverio Cañada., Gijón,
1988, en la pág. 187, dice que fueron los Regimientos de Hibernia, Castropol,
Candás y Luanco, Grado, Cangas de Tineo y Provincial de Oviedo. Esto no ha sido
así, ya que el parte rendido por el propio general Acevedo el día
10 de noviembre desde el cuartel general de Espinosa de los Monteros, dice: “… nombré á los de Castropol, Luarca, Candás
y Grado, como que estaban menos fatigados. No pareciendo suficiente número el
de los 4 regimientos, añadí al momento el provincial de Oviedo, y dispuse que
su comandante el brigadier D. Francisco Manglano tomase el mando interino de
toda
[2] Tras la muerte del general Acevedo, acaecida tras la batalla de Espinosa de los Monteros, fue nombrado comandante general del Ejército asturiano, cuyo cargo desempeñó desde el 1º de diciembre de 1808 hasta junio de 1809 en que dicho ejército pasó a constituir la 3.ª división del Ejército de la Izquierda.
[3] Este
antiguo itinerario es radicalmente distinto al actual trazado de la CN-634 que
pasa por el alto de
[4] Hasta ahora la historiografía se apoyaba en la creencia que el dispositivo establecido en las alturas de El Fresno, así como la defensa que se hizo del estratégico paso de Peñaflor, fueron sostenidos por 150 soldados del Regimiento de Luarca –que salieron indemnes por su precipitada huida a Teverga –, la compañía de granaderos del Regimiento de Gijón y unos 40 ó 50 paisanos. El testimonio de este soldado, así como el del propio teniente coronel del 2.º batallón del Regimiento de Luarca desmienten rotundamente la tesis anterior.
[5] AHN.
Consejos, 11995, exp. 1. La declaración se inserta dentro de
[6] El paño pardo o buriel era el color oscuro de la lana en su estado natural.
[7] Bando del Teniente General D. José María Cienfuegos, publicado en el cuartel General de Luarca el 10 de abril de 1810.
[8] Este
mismo Escudo de Distinción puede bordarse sobre paño del color de la divisa del
uniforme (grana, azul u otro color), puesto que este tipo de premios militares,
al no estar sujetos a normas predeterminadas en cuanto a forma de bordados y
colores se refiere, admiten todas las variantes posibles. En el supuesto de que
el conjunto se borde o vaya bordado sobre paño grana, las letras y cordoncillo
exterior deben ser de hilo de oro o plata (oficiales) y de estambre amarillo o
blanco (tropa). En el caso que nos ocupa, se ha elegido como ejemplo
ilustrativo una pieza de seda o lino blanco (color de los cabos y botones del
uniforme del Cuerpo), cuyo ejemplar puede contemplarse en el primoroso retrato
de un Teniente Coronel de las Reales Guardias Españolas, que luce la
condecoración en la manga izquierda de